La ONU ha desplegado una impactante campaña para que se eliminen los subsidios a los combustibles fósiles en el mundo, y presionar a los países a generalizar el uso de energías a las que llaman limpias, generadas por hidroeléctricas, fuerzas eólicas y paneles solares. Se argumenta que se destinan miles de millones en subsidiar energías no renovables y que los gobiernos mantienen estas políticas por temor a un estallido social.
La campaña desplegada en redes sociales, presenta una escena en la que un dinosaurio llamado Frankie, verdadera obra de arte naturalista, ingresa virtualmente al emblemático salón de la Asamblea General de la Organización de naciones Unidas, y desde el pódium, ante la mirada atónita de los diplomáticos, advierte sobre la autodestrucción de los humanos. -Nosotros los dinosaurios, fuimos extinguidos por el fenómeno natural provocado por el impacto de un asteroide sobre la Tierra, pero la raza humana procura su propia desaparición, al provocar la contaminación de la atmósfera mediante la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas). No elijan la extinción.
Frankie tiene razón: es innegable que los combustibles fósiles consumidos en procesos artificiales, sobre todo industriales, generan contaminación agravando el “cambio climático”, advertido por la ciencia. Pero a Frankie se le olvidó decir, que la ciencia igualmente ha probado que las tecnologías que usan fuentes renovables también requieren de recursos no renovables y que impactan a ecosistemas y a la biodiversidad. Un ejemplo son las hidroeléctricas y los paneles solares.
Tampoco dijo Frankie que los científicos sociales señalan que la solución de fondo consiste en cambiar el modo de vida, de manera que consumamos menos energía artificial, y por lo tanto menos mercancías. Los más lúcidos proponen un proceso de “decrecimiento”, un concepto complejo sobre el que debemos aprender.
-Frankie, eres geopolítico y muy simpático. Espero verte nuevamente haciendo un llamado a los humanos para recobrar la armonía entre la forma natural y la forma artificial y terminar con el fetiche-mercancía. Después de mirarte reducido en la pantalla del celu, porque no tenía internet en la compu, abrí la página clave de uno de los filósofos ecuatorianos más extraordinarios: Bolívar Echeverría. Míralo Frankie, lee lo que dice sobre el valor de uso y el valor de cambio.
