La madrugada del sábado 05 de septiembre, una mujer con su vehículo,  arremetió contra un hombre que intentaba subir a su vehículo parqueado.

En el video del trágico hecho claramente se aprecia que un vehículo blanco choca contra una persona, llevándose a él y a la puerta de un automóvil rojo. Días más tarde, los medios de comunicación informaban la muerte del personaje.

Sobre la conductora del auto blanco, se conoce que estaba en estado de embriaguez y que escapó de la Justicia.

 Este accidente sucedió en Guayaquil, cuando estaba vigente el Estado de Excepción, a las 03:10 de la madrugada, cuando regía el “toque de queda” desde las 23:00 hasta las 05:00. Tanto la víctima como su victimaría infringirían la norma. Este es otro hecho criminal que podría quedar en la impunidad, lo que demuestra la lasitud del Sistema Judicial. Cabe conocer que la autora del crimen, antes de fugar, fue detenida y la jueza del caso, dictaminó medidas cautelares para la acusada, no ordenó su detención.

 No solamente los poderosos políticos rompen las leyes y cuándo les trincan escapan. Vemos, con este ejemplo relatado a detalle por los medios de comunicación, como cualquier ciudadano, si le permiten, también infringe la ley y huye.

 Es alarmante que esta gente decide, en la frágil democracia ecuatoriana, quiénes deben gobernar el país.

 Existe sentencia de ocho años de prisión para el cabecilla de la organización delincuencial, como la Fiscalía los definió en el caso “Sobornos” a los que se tomaron el poder político en el 2013; el segundo al mando, cumple una sentencia en la cárcel de Latacunga; y, una decena de sus más allegados están acusados de corrupción y son prófugos de la Justicia. Hoy, proponen, nuevamente, candidatos a la presidencia de la República, para asambleístas y tienen un importante respaldo.

Solo intento graficar, que el irrespeto a la norma de parte de la gente es frecuente y a todo nivel en la sociedad.