Kristen, de tan solo 16 años, llegó a finales de 2017 desde Alemania a través de un programa de intercambio cultural y educativo. No conocía el idioma, algo común en estos casos, pues parte de los beneficios de estos procesos es aprenderlo.

Llegó a la casa de una “familia anfitriona”; en la página web de la organización que oferta estos programas se puede leer que estas familias ayudan a los participantes en su adaptación para que saquen el mayor provecho de su tiempo en Ecuador.

La familia anfitriona de Kristen no la matriculó en la institución educativa a la que asistía como oyente, y quien fungía como su “papá” intentó abusarla sexualmente. Ella trató, desesperadamente, de llamar a un teléfono de emergencia que la propia organización le proveyó. Nadie contestó.

Una pasante del colegio al que acudía se dio cuenta de que algo sucedía y pudo auxiliarla. Tomaron contacto con la organización, la cual no vio la necesidad de socorrerla, y menos aún de denunciar el hecho.

Kristen terminó en una casa de acogida como medida de protección. Regresó a su país, poco tiempo después, sin que sus padres presentaran cargos.

Durante el proceso judicial (medidas de protección), la fundación presentó como prueba de descargo un manual de emergencia, sin aval de entidad gubernamental alguna. Documento que no contemplaba la denuncia en casos de delitos sexuales, pese a que en el país es obligatorio denunciarlos.

En 2018 esta organización “sin fines de lucro”, que facturaba ingentes sumas de dinero y con varias filiales a nivel nacional, fue disuelta al no haber podido solventar sus obligaciones administrativas. Nada se pudo hacer en contra de la fundación por la grave vulneración de derechos que sufrió Kristen.

¿Quién regula a estas organizaciones? Los peligros que pueden enfrentar las personas, en especial adolescentes, que deciden irse o venir al país por su intermedio, obligan a exigir rigurosos controles. Es una omisión grave que los participantes de estos programas y sus familias dependan, básicamente, de su suerte o de la buena voluntad de estas organizaciones.

La fundación sigue ofreciendo intercambios. Su página web sigue activa. (O)