Como se dijo en columnas pasadas, Sergio (nombre ficticio) es el chileno que, en Ibarra, organiza ceremonias andinas donde comete todo tipo de aberraciones. Para ello, Sergio cuenta con un séquito de ayudantes que, en la práctica, se convierten en sus cómplices y compinches; ponerlos en evidencia, significa descender a las cloacas que ellos mismos han creado, espacios ceremoniales que han convertido en recovecos oscuros y siniestros.
Nicolás, conocido como Guarapo (nombre y apodo ficticios), es uno de los ayudantes de Sergio en las ceremonias. Nicolás se ha ganado este apodo porque es frecuente hallarlo con una botella de cerveza en la mano. Por la cercanía a Sergio y sus propias actuaciones, Guarapo sabe a ciencia cierta cómo sacar provecho de su protagonismo como cuidador del Fuego, sobre todo si de atraer a mujeres se trata.
Es así que Sergio y él esconden, por ejemplo, que no siguen los protocolos pertinentes para preparar el San Pedro (medicina sagrada que se utiliza en los círculos de sanación); los chistes machistas, misóginos y de doble sentido que lanzan en ceremonias que protagonizan; el consumo de alcohol y de otras sustancias estuperfacientes que realizan antes, durante y después de las ceremonias; la forma en que se aprovechan de las muchachas que acuden a sus ceremonias y que terminan siendo vejadas y violentadas en todo sentido...incluso el sexual.
Es tan grave lo que ahí sucede que una de las víctimas describió a las ceremonias que el Taita Sergio organiza como "entrar al infierno" y "llegar sana para salir enferma". Es por ello que no son raros los casos de asistentes que han tenido que recurrir a tratamientos y medicinas con psiquiátricos para olvidar lo vivido en los círculos de sanación que dirige Taita Sergio.
Ustedes, quienes de una u otra forma socapan, callan, justifican y normalizan que se usen espacios sagrados para consumir drogas, alcohol y sexo con la excusa "espiritual", ahora se preocupan por el próximo en ser desenmascarado. Yo les pregunto, ¿alguna vez les importó quién podría ser la siguiente víctima de Sergio, Santiablito, Guarapo y el resto de la banda?; ¿alguna vez se preocuparon por impedir que estos depravados dañen a tantas inocentes? (O)
