Ecuador, 25 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Edwin Hidalgo

El orden gramatical

08 de mayo de 2018 - 00:00

Hablemos del orden gramatical. En el principio era el Verbo. Esas palabras, aunque escritas originalmente en griego, bien podrían aplicarse al hebreo.

Las primeras palabras del Génesis dicen: “Bereshit, bará Elohim et ha shamayim ve’et ha’aretz”. Los traductores de la Biblia, para ser fieles al original hebreo, tradujeron el texto respetando el orden gramatical semita: verbo-sujeto-objeto: “En el principio, CREÓ Dios los cielos y la tierra”. El hebreo usa el verbo al principio, pero hay lenguas que usan el verbo al último, como el quichua, sujeto-objeto-verbo (“Atug shuti cani: Lobo de nombre soy”).

Nuestra lengua madre, el latín, era muy flexible en el orden. Pero el español moderno sigue este orden: Sujeto-Verbo-Objeto (“Dios creó el cielo”, “Lobo es mi nombre”). Se altera ese orden al hacer una pregunta: “Mi casa es blanca. ¿Es blanca tu casa?” O en poesía: “siempre de quien se atreve más el triunfo ha sido” (Olmedo).

Cuando escribimos en español estándar (cartas, ensayos, informes, solicitudes, todo lo que no sea poesía o letra de canciones): Sujeto-Verbo-Objeto. Por eso nunca debemos separar el sujeto del verbo con una coma: “Portoviejo, es la capital de Manabí. Los cuyes, comen alfalfa”. ¡Esas comas están demás!

Tan importante es el verbo en español, que se usa coma para reemplazarlo: “Los cuyes comen alfalfa; los conejos, zanahorias”. Esa coma sustituye a comen: “los conejos comen zanahorias” (al menos en los dibujos animados). Aquí puedo contarles otro secreto para escribir bien: no escriban oraciones larguísimas.

Porque el sujeto queda muy separado del verbo: “El perro blanco de pelo crespo que es de raza caniche y que fue entrenado para recoger tórtolas durante las cacerías a caballo me mordió”. A esas alturas, ya no sabe el lector qué me mordió: perro, tórtola o caballo. Una oración no debería tener más de 16 palabras, aconsejaba el maestro Hernán Rodríguez Castelo. Por lo general, el verbo debe concordar en número con el sujeto. “El niño come chocolates”. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media