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El Telégrafo
Simón Zavala Guzmán

El Código de la Democracia

10 de febrero de 2021

Este proceso electoral está demostrando que luego de su finalización deben hacerse urgentes reformas al Código de la Democracia. En Ecuador  fácil organizar un movimiento o un partido político. Hay que reunir 10 amigos,  copiar en internet un plan de gobierno, pagar  firmas y cédulas de ciudadanía que luego en un inmenso porcentaje resultan falsos, conseguir amigos en las provincias para inventar directivas provinciales que son fantasmas  e inscribirlo en el Consejo Electoral, engañando a los funcionarios que deben cuidar del cumplimiento de los requisitos que la Ley Electoral señala.

Hemos podido ver partidos y movimientos políticos que se alquilan o se venden simuladamente, venta de puestos para diputados y últimamente Asambleístas, para concejales y, hasta para vocalías de Juntas Parroquiales. Partidos Políticos que no representan a nadie o que representan a algunos pocos parroquianos; y vivarachos –hay excepciones por supuesto- que buscan llegar a las distintas funciones públicas para enriquecerse ilícitamente. Y hemos comprobado como algunos ciudadanos con juicios penales encima, engrilletados y con órdenes de detención, han sido postulados e inscritos  como candidatos a la Asamblea y otros cargos. En la actual Asamblea un poco más de sesenta Asambleístas tienen juicios penales por diferentes delitos. Un Consejo Nacional Electoral y un Tribunal Contencioso Electoral  severamente cuestionados. Y eso, para no referirme a la calidad ética, preparación, experiencia profesional y trayectoria de los postulantes a las diferentes funciones. En suma, vivimos un proceso de descomposición política que finalmente aturde, confunde y engaña al electorado y denigra la democracia que vivimos.

Por ello, se hacen necesarias las reformas. El CNE debe tener la facultad de investigar el origen, composición y financiamiento de los movimientos y partidos políticos, y de los recursos económicos y bienes de sus directivos, militantes y simpatizantes. Deben analizarse los programas de gobierno, cómo los van a ejecutar y cómo se van a  financiar. Así se evitarán ofertas demagógicas  y engaños a los electores. Debe eliminarse el Fondo Partidario, porque los ecuatorianos  no podemos financiar campañas de candidatos que no tienen posibilidades de llegar o de candidatos que llegan para luego atracar lo que puedan en las funciones para las que han sido elegidos. Deben estructurarse otras formas de realizar campañas políticas y de contactos con los electores y eliminar tanta propaganda que abomba a la ciudadanía. En fin, hay que escuchar a la ciudadanía, a representantes gremiales, politólogos, académicos, periodistas, para recoger ideas que sirvan para mejorar nuestra democracia.

 

 

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