Es tiempo de pasar de las promesas a las decisiones y a los planes ejecutables como parte de una política pública en educación articulada a la salud, la nutrición y el empleo.
El ministerio de Educación tiene dimensiones gigantescas. Es el más grande del país por el número de actores –más de doscientos mil docentes y tres millones de estudiantes-; por lo tanto, su manejo requiere un equipo humano de jerarquía, soporte tecnológico y un gobierno económico que concrete las políticas públicas, en programas y proyectos desde lo macro (la totalidad), lo meso (las instituciones) y lo micro (las aulas) y viceversa.
Sobre la base del reconocimiento que la educación ecuatoriana está diagnosticada (Pruebas Aprendo, Pruebas Lliece y Pruebas Pisa-D), es urgente tomar decisiones estratégicas de mediano y largo plazo:
-Declaratoria de emergencia educativa en todo el sistema –a la par de la emergencia sanitaria-, valorar lo que se ha hecho en tiempos de pandemia y proponer cambios en las líneas pedagógica, tecnológica, administrativa y financiera con la participación de sus actores. El siguiente paso es la activación del Consejo Nacional de Educación (CNE), de conformidad con la Constitución y la Ley Orgánica de Educación vigentes.
-Bajo el liderazgo del Consejo Nacional de Educación es importante la organización de mesas técnicas para delinear las políticas públicas, con participación ciudadana- para los cuatro años y las de largo plazo, de tal manera que se articulen la aplicación de los índices de desarrollo humano: educación de calidad con equidad (escolaridad obligatoria desde educación inicial hasta superior); salud y nutrición (plan de vacunación y nutrición es emergente); y empleo (bajo diversas modalidades).
-Inserción real y efectiva de todas las universidades y facultades de educación en la formación inicial y continua de los docentes, como parte de un proceso de actualización científica que incluya a toda sociedad: sector público, sector privado y no gubernamental. Potenciación de la interculturalidad en todo el sistema no solo educativo, sino laboral, cultural, social, económico y ambiental.
-Proyecto Nacional de Lectura dirigido a maestros, padres de familia y estudiantes, con las intervenciones de las Cámaras del Libro, autores, editoriales, editores y lectores. Fortalecimiento del sistema de conectividad -tecnologías de información y comunicación- accesibles a los procesos de enseñanza y aprendizaje presencial, semipresencial y virtual –Infocentros-, especialmente en los sectores rural y urbano marginal.
Un proyecto sustentable de educación ambiental, como parte de la defensa de los derechos humanos –en especial de las mujeres- unidos a los derechos de la naturaleza, es emergente. La utilización de los medios públicos en programas permanentes, asociados a los ejes transversales del currículo son, asimismo, necesarios: educación para la vida y la sexualidad, educación para ciudadanía, la paz y la no violencia activa; educación vial y defensa del patrimonio cultural; educación financiera, educación dual como estrategia de la educación técnica, y educación inclusiva para las personas con discapacidad. Un país libre de las drogas –plan contra el micro tráfico- requiere el Ecuador.
Esto implica el retorno urgente a la evaluación mediante las Pruebas PISA-D(2), porque “si no se evalúa se devalúa”.