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El Telégrafo
Patricio Benalcázar Alarcón

Tropezar dos veces con la misma piedra

06 de febrero de 2019 - 00:00

El 13 de diciembre de 2017, la Corte Constitucional a través de la sentencia No. 035 dictaminó como inconstitucional al Decreto Ejecutivo 1471, emitido en diciembre de 2008 y en el cual se disponía que los ciudadanos colombianos, turistas o transeúntes, para ingresar al Ecuador debían contar con el documento de antecedentes penales.

La Corte fundamentó su sentencia considerando que es inadmisible generar a través de un acto normativo privilegios o desventajas entre individuos en condición de igualdad; en este caso los colombianos en relación a personas de otro origen nacional, pero además, analizó si el trato desigual considerado como discriminatorio es una medida adecuada y necesaria para la consecución de la seguridad nacional, concluyendo que resulta difícil prever que la presunta eventualidad pueda acaecer exclusivamente con las personas de nacionalidad colombiana y no en otro grupo de extranjeros que ingresen al país.

El pasado 21 de enero de 2019, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana y el Ministerio del Interior, en el marco de un contexto crítico por el femicidio ocurrido en Ibarra, emitieron un Acuerdo Interministerial en el cual se dispuso que los ciudadanos venezolanos que deseen ingresar al Ecuador, deben presentar el certificado de antecedentes penales del país de origen o de residencia, durante los últimos cinco años, apostillado o legalizado; su finalidad es inadmitir a personas extranjeras que constituyan amenaza o riesgo a la seguridad interna, tal como se planteó en el año 2008.

En el 2010, la Defensoría del Pueblo presentó un amicus curiae en el proceso constitucional relativo al Decreto 1471 y demostró con datos estadísticos que no existe información que demuestre que haber requerido los antecedentes penales haya tenido efectos reales sobre la seguridad y disminución de la criminalidad; lo cual es aplicable a la realidad actual.

El país parecería estar destinado a reproducir discursos oficiales e imaginarios sociales que alimentan la discriminación contra las personas de otro origen nacional, tropezando dos veces con la misma piedra. (O)

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