Hablar en público es una de las habilidades que es necesario desarrollar entre los estudiantes para prepararlos para lo que constituye volverse profesional. Sin embargo, en el sistema educativo no se pone suficiente empeño en enseñar estas competencias probablemente porque requiere mucho tiempo de planificación y puesta en escena. Si se lo hace con suficiente rigor, esta destreza puede ser adquirida con la práctica frecuente.
La comunicación es parte integral del desempeño de una persona. Sin habilidades de comunicación, la capacidad de progresar en el mundo laboral y en la vida resulta casi imposible. En circunstancias como las de asistir a una entrevista de trabajo, presentar un proyecto, en una reunión por Zoom o cuando debemos persuadir a un cliente debemos mostrarnos seguros al hablar. La seguridad en uno mismo y el entusiasmo que seamos capaces de transmitir son indispensables para establecer relaciones exitosas en el mundo del trabajo.
Todo ser humano tiene que, en algún momento, desempeñarse dando un discurso, ya sea cuando te eligen como maestro/a de ceremonias, cuando tienes que improvisar felicitando al homenajeado en una fiesta, dando unas palabras en el cumpleaños de tu mamá, animando una reunión, participando en una dinámica de grupo o impartiendo clases o conferencias. Las ocasiones que se presentan en la vida cotidiana son múltiples y debes demostrar que eres parte de un grupo que te aprecia y quiere oír tus palabras.
Para los profesores que están en su empeño en enseñar habilidades orales a sus estudiantes es muy importante tomar en cuenta que hablar en público es una de las experiencias que mayor ansiedad causa al ser humano. Una gran parte de la población sufre sentimientos de nerviosismo al presentarse frente a una audiencia. Es probable que esto tenga sus raíces en nuestra educación tradicional en donde esencialmente nos capacitamos para ser oyentes pasivos y no actores del conocimiento. Es probable también que, en una sociedad inequitativa, el uso de la palabra se reparta solamente a unos pocos. Pero como docentes debemos reconocer entre nuestros estudiantes a aquellos que sufren de glosofobia, un miedo a hablar o un pánico escénico que es una patología extrema. Los síntomas físicos suelen ser la sudoración, las náuseas o el ritmo cardíaco elevado.
Existen capacitaciones específicas para entrenar en las competencias orales, pero el método infalible, como lo decía anteriormente, es ejercitar y preparar a nuestros alumnos. Un grupo de clase respetuoso y que provoque confianza es el ambiente propicio. Debemos fomentar en nuestros jóvenes el que afiancen sus capacidades, enfrenten el miedo a la crítica y se lancen al ruedo.
Yo recomiendo que en situaciones de clase los docentes dediquen tiempo dentro de sus asignaturas para preparar a sus estudiantes a través de la práctica. Esta puede incluir el debate, la oratoria, la representación dramática o el histrionismo. Todos estos métodos son de gran ayuda para que puedan desenvolverse oralmente. Debemos crear las oportunidades para que los chicos ensayen sus discursos y adquieran mayor dominio sobre ellos mismos, lo que les proporcionará mayor soltura y naturalidad a la hora de presentarse en público.
Dentro del ambiente familiar siempre existen oportunidades para hacer que los niños y jóvenes ejerciten sus habilidades orales. Esto puede hacerse, por ejemplo, cuando se está en la mesa y se les pide que narren sus propias experiencias ya sea sobre su jornada en el colegio, contar lo que vieron en la tele, recitar poesía en alta y modulada voz o resumir lo que compartieron con sus amigos en el chat. Todo esto enfatizando el uso de palabras y construcciones gramaticales cada vez más sofisticadas.
En las relaciones públicas, la habilidad de persuasión, la capacidad de ganarse a un público, de motivar a las personas, de inspirar a una audiencia, de transmitir conocimiento, pasión y entusiasmo es un arte. El uso de un lenguaje claro y convincente provoca intriga y curiosidad. Y el más gratificante resultado de enseñar a hablar en público a los estudiantes es ver cómo aumenta la confianza en sí mismos y verlos desempeñarse con una presencia tranquila y serena frente a una audiencia. Estas competencias ayudan no solo en los contextos mencionados, sino también a lo largo de la vida. Los graduados universitarios en un estudio del doctor Andrew A. Zekeri de la Universidad Tuskegee en Estados Unidos califican las habilidades de comunicación oral como las más útiles para el éxito en el mundo laboral. (O)
