Que la partidocracia, que los sociolistos, que los corruptos siempre fueron ellos, que las oligarquías son las malas, que…, que..., que… ¿Se dan cuenta el país en que nos deja cierta clase política? Un mundo de “ellos vs nosotros”, de las cosas son “blanco o negro”. Un mundo donde si le ven a Marcela Aguiñaga con Isabel Noboa entonces también es traidora. Un mundo donde si le ven a Dahik con Noboa, entonces vuelve el partido republicano. ¿Quién juzga eso? No solo la clase política, también viene de acá abajo, de quienes somos tan solo ciudadanos y vivimos en un mundo de todo o nada, de suma cero.
Sí, sí ¡qué tibio! y sin duda en una sociedad donde la mayoría vive en la falacia de la polaridad, es preferible eso. Preferible buscar la escala de grises, preferible ver el sin número de variables que hay para explicar algo en vez de suponer. Suponer sin duda tiene una ventaja. No te cansa la materia gris y refuerza tu sistema de creencias. Pero ¿No será que debemos plantear la duda al menos de que las cosas no son como son porque me dijeron que así eran, porque siempre las he pensado así, porque antes fueron así? Todos estos argumentos son ejemplos de falacias. ¿No será que el argumento mismo de esta reflexión supone la necesidad de confrontarlo, sin duda, pero no por confrontar, sino para que dialécticamente se supere así mismo? Eso es racional, o ¿Será que preferimos vivir en dogmas y fanatismos que nos otorguen una ilusa realidad?
¿Partidocracia? era un significante vacío con un propósito electoral. ¿Todo era partidocracia? no, lo que convenía al correísmo. ¿Sociolistos? ¿Todo socialista es corrupto? no, existen personas coherentes, honestas en cada rama ideológica como otras que no y fueron sentenciadas. ¿Que los corruptos siempre fueron ellos? no, no siempre. El correísmo tiene un sinnúmero de casos de corrupción, como también habitan ahora. ¿Que las oligarquías son los malos? depende, hay gente con poder económico que tiene mucho sentido social y gente sin poder económico que no tiene conciencia social. Vean el voto de clase de la última elección. Correístas extremos votando por Noboa, y anticorreístas extremos votando por Luisa. La prefecta de Guayas es prefecta de Guayas, no del correísmo. Que bien si da un paso más allá y ejerce como funcionaria. Si Noboa se siente seguro con Dahik es su cuestión, él deberá responder por todo lo que prometió y ser coherente con lo que transmitió.
Con un país, que en 8 meses tendrá llamando a elecciones, si algo debemos exigir como mínimo, no es la intransigencia y el odio al que piensa distinto en base a la suposición, sino un pacto mínimo de gobernabilidad, entre partidos, entre ciudadanos, con temas urgentes: inseguridad, desempleo, energía, institucionalidad ¿Quieren un enemigo? El narco y el difusor de odio a mansalva. Y a ellos no se les gana sino con inteligencia, no con la misma moneda. Caso contrario nos quedamos en la orfandad política, apagamos la luz-si hay- y vámonos no más.
