El Gobierno del presidente Guillermo Lasso apenas cumplió sesenta días de administración y cuenta con un alto porcentaje de aceptación popular, la mayoría de ecuatorianos confían en que los próximos seis meses serán mejores. Con seguridad, sienten esperanza, piensan que después de la vacunación masiva, por fin, se reactivará la actividad económica nacional, por consiguiente bajará el desempleo.
El primer mandatario cuenta con cuarenta días por delante para cumplir su mayor y más importante promesa de campaña: vacunar a 9 millones de personas en los primeros 100 días de Gobierno y como van las cifras de inoculados, se evidencia que es posible que la meta se cumpla hasta finales de agosto.
En estos días han circulado resultados de sondeos de opinión pública que reflejan un estado de ánimo positivo de la mayoría de ecuatorianos, se evidencia que la gente espera resolver sus principales problemas. Es verdad, los grande dificultades socio-económicos aún no han sido plenamente enfrentados por el Gobierno Nacional, tales como: el establecer un ambiente propicio para la inversión nacional y extranjera para la generación de riqueza y con ella la creación de empleos dignos; y, la inseguridad ciudadana, un problema que desafía a la población en todos los rincones del país, estos para citar los más importantes.
En el ámbito político, aparentemente existe un vacío, no se distingue aún la ruta que hará posible una relación expedita entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, el momento en que la administración del movimiento CREO, de tendencia liberal, necesite legislar y reformar leyes fundamentales para la economía nacional se podría encontrar con el bloqueo ideológico del grupo Pachakutik, opositores naturales del Gobierno, actuales líderes del Legislativo.
Es de desear que la flamante ministra de Gobierno, Alexandra Vela, por su experiencia política y por su preparación académica sea un apoyo fundamental al Gobierno de Guillermo Lasso.
