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El Telégrafo
Duglas Rangel Donoso

2020

31 de diciembre de 2019

“No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ese es un pensamiento mágico, infantil, utópico. Te deseo que te animes a mirarte, y que te ames como eres. Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas, y la humildad para saber que hay batallas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.

Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables, y que hay otras, que si corres del lugar de la queja, podrás cambiar. Que no te permitas los «no puedo» y que reconozcas los «no quiero».

Te deseo que escuches tu verdad, y que la digas, con plena conciencia de que es solo tu verdad, no la del otro. Que te expongas a lo que temes, porque es la única manera de vencer el miedo. Que aprendas a tolerar las «manchas negras» del otro, porque también tienes las tuyas, y eso anula la posibilidad de reclamo. Que no te condenes por equivocarte; no eres todopoderoso. Que crezcas, hasta donde y cuando quieras. No te deseo que el 2020 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir. Que la felicidad sea el camino, no la meta”.

Este es un texto maravilloso de la psicóloga argentina Mirta Medici, que hoy comparto con ustedes. “Cada uno de nosotros debe encontrarse a sí mismo en el orden total de las cosas”, dice el Sr. Gurdjieff.

¡Qué grande es este mundo! Miles de millones de personas, animales y cosas ocupando todos los espacios habitables y no habitables del planeta. Hombres y mujeres sufriendo de los mismos problemas. Compartiendo la misma luz, misma agua, misma comida aunque cambien costumbres y formas. Viendo el tiempo que pasa, transcurre, sucede. ¿Qué hacemos aquí?¿Adónde vamos?

Deseo tener esperanzas y que usted también tenga las suyas. A veces todo es inexplicable; el dolor, la ausencia, la pérdida, el abandono. No tengo respuestas. Pero hoy estoy bien. No viene lo que tiene que venir, demora, pero vendrá y yo lo recibo. Estoy bien. Tranquilo. El amor y su poderosa fuerza. La compasión y su don extraordinario.

Buen año, amigos. ¡Buen 2020! (O)

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