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White Rabbit, el arte tiene casa propia
Cuando la gente pisa por primera vez el bar White Rabbit, en la Zona Rosa, se transporta a ‘otra dimensión’, los tribales psicodélicos pintados sobre oscuras paredes, las luces azules y amarillas tenues, y la comodidad de los asientos hacen que el visitante se sienta a gusto y rodeado de arte.
El ambiente que decora al Conejo Blanco es estrambótico. Así lo decidió la pareja de novios conformada por Viviana Valencia y Roberto Ycaza, los propietarios del lugar, que fue bautizado como White Rabbit en honor a la canción homónima de Jefferson Airplane que se inspira en la historia de Alicia en el país de las maravillas.
Michael Sánchez, cuya firma artística es Trash Theclown, fue el encargado de dibujar las tribales con imaginación y spray, reseña Viviana de su bar, abierto desde el pasado 26 de abril por la necesidad de crear un ambiente diferente, con un escenario donde se pueda destacar el arte y la cultura musical.
Con casi un año de su apertura, ese lugar de entretenimiento está posicionado en la ciudad como uno de los espacios que da cabida a los artistas independientes y a un público amante del arte.
Es por esto que en su lista de talentos se inmortalizan presentaciones de nombres como Antonio Vergara, Ricardo Pita, Los Pescados, Ganjah Roots, 7 de brillo, La Muerte del Beta, Contra Punto, Wanda Camaleón, Guerreros de Cartón, La Capital de la Luna, Vírgenes Violadoras, entre otros.
Sin embargo, no es solo la música el fuerte de White Rabbit, también han ofrecido espectáculos en stand up comedy con Víctor Aráuz y Pedro Ortiz.
El equipo de White Rabbit está conformado por Roberto, quien se encarga del sonido, la publicidad, organiza los espectáculos y hace las veces de bartender, cuando su hermana Giovanna -responsable de esta labor- está ausente.
Viviana revisa que todo esté en orden, atiende en la barra y se encarga de la caja.
Otros colaboradores son Andrés Rodríguez (Pirañita), quien atiende a la gente que llega al bar; Kenia, en ventanilla; Iván Bernal (Berni), que colaboró con el diseño y el personal de la emisora en línea My insomnia Radio, en la parte de la promoción de eventos.
El Conejo Blanco tiene una capacidad de 200 personas. Está distribuido en dos áreas, una parte superior, más relajada, como para conversar y tomarte tus tragos, y planta baja, donde la gente salta, baila y goza, explica Viviana.
El escenario es un balcón. Es perfecto, dice Viviana, pues como tiene la mirada del público de los dos ambientes hay muchos músicos que aprovechan este recurso, como Whiapo, vocalista del grupo punkero 7 de brillo, que en una presentación saltó, escaló y caminó sobre la baranda, emocionando a su fanaticada.
El menú del Conejo
White Rabbit cuenta con una variada oferta de cocteles, entre estos el magical mistery rabbit, que es un shot con una mezcla de sabores cítricos y tropicales. También está el salta rabbit, un coctel de menta muy pedido por las damas.
Para los que no toman, tienen la opción de consumir jugos de frutas, además de piqueos de nachos con guacamole, salsa rosada o salsa de queso, sánduches mixtos, mini hotdog, que viene con una canasta de snaks con salsa, bolsas de canguil, entre otras opciones.