Publicidad
Click
Regresó a Ork
Lo primero que recuerdo de Robin Williams es un par de tirantes, sí, tirantes, naranjas con azul y rojo, tenían un botón grande pegado al lado derecho y al izquierdo una manito blanca que señalaba con el índice hacia un costado.
Eran parte del atuendo de Mork, habitante del planeta Ork y que aterrizó en nuestro planeta en su nave en forma de huevo de gallina con la finalidad de reportarle a su líder Orson la forma de comportarse de los humanos, entre quienes halló el amor en la adorable, dulce y delgada figura de Mindy.
Esos tirantes estaban en mi cajón, cuando me los ponía tenía que saludar a todo el mundo diciendo con voz nasal “Nanu Nanu”, que en orkano quiere decir hola que tal.
Eso pasó hace treinta años, pero esta semana que Mork decidió regresar a Ork me ha parecido que fue ayer.
Vaya usted a saber cuán influyente fue RW en la vida de todos los que hacemos comedia o mejor dicho, en la vida de todos y sencillamente con su talento, el poder de caernos tan bien con solo verle los ojos claros hundidos debajo de esas tupidas cejas, la nariz aguileña que casi topaba con su labio superior y su barbilla prominente como la punta de un zapato, todo este conjunto de dichosos errores debajo de su pelo de lechuga crespa.
Explosivo, hiperactivo, gritón, imitador de voces y acentos, le salía bien la de Popeye y por eso se filmó la película, mi papá me llevó al cine Inca donde estaba prohibido entrar en short y camiseta sin mangas, vaya usted a saber por qué.
Con el tiempo, RW se convirtió en el sello de calidad para los filmes, no había película mala con él, hasta ‘El Hombre Bicentenario’, que recibió muchas críticas, es bonita, no se diga en las que hace de “malo” como ‘One Hour Photo’ o ‘Insomnia’.
Vaya usted a saber por qué nos compramos las historias de los actores, de los buenos, claro, pero atino a entender que es porque hacen bien su trabajo.
Es el caso de RW, de quien en la ficción pudimos deleitarnos con sus luchas que nos sacaron lágrimas, como las dos cruzadas que libró para estar con sus hijos hasta el final, la primera recordando que él era Peter Pan y que tenía que vencer una vez más al capitán Hook, y la segunda, cuando vestido como una abuelita ama de llaves logra uno de los más memorables roles travestidos del cine, después de ‘Tootsie’ (Dustin Hoffman), la señora Doubtfire que en castellano acertaron en ponerle ‘Papá por siempre’ y sepa usted que nos robó el corazón igual que en ‘Jack’, ‘Patch Adams’, ‘Jumanji’ y en ‘Una Noche en el Museo’.
Sí, es cierto que se ganó un Oscar por su papel en ‘Good Will Hunting’ y fue nominado otras 3 veces por sus trabajos en ‘The Fisher King’, ‘Dead Poets Society’ y ‘Good Morning Vietnam’, y ganó 5 Globos de Oro entre esos uno por su maravilloso doctor de ‘Awakenings’, pero lo que más se ganó fue el amor de quienes creímos conocerlo.
Se dice que había firmado el contrato para hacer la segunda parte de Mrs. Doubtfire, pero vaya usted sabiendo que eso ya quedó en nada, aunque mejor por un lado ya que dicen que segundas partes nunca fueron buenas, aunque para serles completamente sincero, ahora mismo me encantaría que hubiera otra tanda de Robin Williams y ninguna de tres garrotazos.