La televisión de hoy es la Tierra plana de la que se hablaba en la Edad Media. Soy lapidario, todos se conformaron y la única verdad absoluta es que parece que todos deben, no sé gracias a qué obligación, hacer lo mismo, en consecuencia y repito todos deben, no pueden si no ¡deben!, tener un programa de búsqueda de talentos con jueces y que sea de baile, claro y por qué no con algo de canto y por supuesto que incluya niños, pero eso sí con bailes y si se puede conseguir celebridades mejor, pero que bailen y que imiten a grandes estrellas pero que bailen y sin olvidar los bailes ¡ah! y bailes.

Loas al baile en cada uno de los canales, los espacios que quedan libres de baile se llenan con grupos de chicos uniformados en dos colores haciendo juegos de proezas físicas y pare de contar. Es la oferta del entretenimiento que por mayoría vemos en la pantalla local y la pregunta que se cae de madura es ¿POR QUÉ?

Supongo que hay estudios que avalan las apuestas de ese tipo, habrá ratings, estarán bien vendidos comercialmente, serán apetitosas franquicias extranjeras con éxito (o sin él) probado; pero lo que yo discuto es ¿cómo así no se nos ocurrió antes eso de bailar en la tele si es que siempre andamos bailando lo que sea por lo que sea?

O sea, si había un par de segmentos dentro de los programas concursos tipo “El festival de la Salsa” o “Baile Merengue” o la famosísima “Gymkhana” de Chispazos que como cosa cíclica del mundo regresa en los smartphones como DubSmash y en la tele gringa como “Lip Sync Battle”, porque hay formatos que no solo resisten sino que vencen al tiempo.

Entonces yo digo, ¿qué les hizo la televisión tradicional, anticuada, acartonada para que la borraran sin perdón de la faz de la pantalla? No dejaron piedra sobre piedra, y no adoptaron ni lo kitsch, ni continuaron con los clichés populares tan llamativos y que suenan románticos ahora como “El Festival de la Ranchera”, “Cante como J.J.”, “El Brindis del Graduado, Quinceañera o Día de la Madre”, “Bata el huevo”, “Muerda la Manzana”, “Agarra lo que puedas”, “El baile de las sillas”, “La rampa millonaria”, “El Caballo Loco” y no olvidemos las ruletas, puertas y correteaderas de un lado al otro cuando buscaban el huevo que puso la señora gallina.

Eso ya está extinto, lo de ahora es fingir relaciones románticas muy mal actuadas para que los editores armen una especie de telenovela en cada descanso de los retos físicos que ellos pueden hacer ya que practican mucho deporte, algo que los televidentes de alguna u otra manera encuentran atractivo como si viendo tanto aquello, mañana se despertarán con los cuadritos en la guata.

¿Y si alguien se atreve a no hacer lo mismo? Si al menos un canal ve lo que hacen los otros y dice ¡hay que hacer todo lo contrario! UNO AL MENOS, como cuando apareció SíTv en la era de “Igua Igua Igua Na Na Na Ná” o el “Tc sucu chucu chucu pau”.

¿Alguien se apunta? Busco un valiente, un Cristóbal Colón que llegue a una fría gerencia a vender la idea de que la Tierra es redonda y que además puede probarlo.

La televisión ha dejado de parecerse a quienes la miran y se ha vuelto más parecida a quienes la comercializan, el aspiracional que le llaman algunos. (O)