Ecuador, 01 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

El desfile

El desfile
11 de octubre de 2013 - 00:00

Me levanto temprano, me baño, desayuno, llamo al taxi, salgo con tiempo a mi trabajo. Antes de embarcar el “chófer”, sí porque ya nadie le dice “chofer” al chofer (con acento tácito en la e, palabra aguda terminada en r).

Me dice “amiguito, siéntese adelante y finja que es mi compadre sino, nos para un vigilante”. Como tengo experiencia en fingir emociones y sentimientos, sobre todo en los cumpleaños de los compañeros del trabajo o en las reuniones de padres de familia de la escuela de mis hijos, accedo sin ningún problema, le pido aire acondicionado a full, me dice que no tiene pero que abra la ventana que a esta hora de la mañana hay un “frescor pepa”, me lo pide verbalizando el adjetivo, así jamás me voy a negar.

Me pongo el cinturón de seguridad, que como la dieta va funcionando ya cierra y salimos escuchando “qué más hombre querías” de Gerardo Morán. Le pregunto: “¿qué emisora escucha compañero?” me responde: “¡es cidí!”.

Y me enseña una portada de una rubia con el hilo bien enhebrado, mi macho interno le da dos pulgares arriba a esa foto pero al mismo tiempo como un camaleón miro hacia atrás con un ojo, no sea que mi mujer se dé cuenta y me toque aguantarle el jocelismo al regreso.

Y nos vamos bonito con el viento pegándome en la cara y el sol en sus gafas, como si fuéramos Thelma y Louise de Las Acacias, avanzamos belleza y a buen ritmo el primer tramo, el perrito del panel sobre la alfombrita de Emelec me hipnotiza con su movimiento de cabeza, veo la gente que camina unos con uniforme de trabajo, otros con uniforme de borrachitos, filas para el encebollado, transeúntes con funditas de plástico amarillo con bolón mixto dentro, marcha zombi de muchos amanecidos, el conductor pita y se pitea con los carros que se le cruzan mientras piropea cuánta chica se menea, hasta que divisa a un pana que va sudoroso caminandito y le grita: “¡A PATA COMO LA GABARDINA!” y estalla en risas.

Yo, quien ya accedí a ser su compadre de ficción, le celebro el chiste como si se tratase de George Carlin, pero de repente a unas cuantas cuadras la calle se va apretando y apretando cada vez más, como licra en Jennifer López.

El camino se angosta cada vez más hasta detenernos y terminamos siendo parte del relleno de un chorizo de tráfico que se prolongaría, en la Quito largo, las siguientes tres horas.

“¡CIERTO, EL DESFILE!” dice el taxista, ¡nos fregamos! pensé, al tiempo que mi Guayaquil hermoso y festivo nos regalaba un calor generoso, me llené de paciencia cívica mientras el amigo del chofer nos daba alcance y le decía con una sonrisa de cocodrilo: “¡EN CARRO COMO LA GABARDINA!”.

Al cabo del extenso tiempo transcurrido terminé de verdad sintiéndome familia de mi compañero de trancón y revisando las fotos de sus hijos que carga en la billetera para ver de cual mismo es que voy a ser el padrino.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media