No hay una receta de la felicidad, pero a lo mejor hay muchos buenos intentos que nos llevan a puerto seguro cuando todo parece oscuro y en realidad solo necesitamos encender un foco.

No se trata de reírse como loco, solo o al estilo de los tontos, pero sí se trata de retroalimentarse de las mejores cosas que nos pasan y no de las negativas, aunque el masoquismo es adictivo.

Hay que reírse hasta que se caigan los dientes, es real, pero ¿De qué? ¿De quién? ¿Con quién?, con pinzas a lo mejor, alguien dijo: “el humor es algo serio” y los gritos llegaron al cielo, pero es algo que deben de saber. Sí, es algo serio.

A diferencia de la comedia que simplemente sucede, el humor es estrategia pura, porque primero hay que saber ¿qué es qué?, y debo decirles que como humorista tengo clara la película y puedo contarles que la comedia es aquello que pasa en el momento menos pensado y te saca del tedio cotidiano, algo que no esperas como un salpicón de agua en la vereda o un resbalón con caída que provoca la risa, siempre y cuando no exista empatía ni con el mojado o con el caído, es lo inevitable sin premeditación pero con una alevosía tácita empírica, lo contrario al humor.

La disciplina el humor, que sí es serio, es la elaboración de un chiste pensado y pensando en algo o alguien, analizando causas, motivos, razones y circunstancias, pesando las libras del chiste antes de venderlo, para venderlo bien y a buen precio o regalarlo si se quiere, es una siembra con esperanza de cosecha, es un disparo esperando dar en el blanco.

Pero por sobre todo reír es sano, es como sacar a trotar al espíritu, darle de beber montones de agua fresca al alma, tocar las costillas como arpa y vocalizar energías de carcajadas en cascada hasta quedar agotados de bienestar.

Reír sin culpa, sin ser crueles, porque los chistes negros suelen traer cargo de conciencia y así la risa no es completa, plena, además como se desgaja el mundo hoy el reto siempre será buscar ser más bueno que lo que fuimos el día anterior, parece mentira que hoy es muy complicado hallar un chascarrillo blanco, claro, sin malicia o humillación, pero sí los hay, así como hay momentos y lugares para el resto del abanico de sabores y colores para los humores, rojo, verde, rosa, ácido, amargo, dulce.

La risa es omnipresente, te ríes de nervios y de coraje, te ríes cuando ya todo está perdido y viene lo inevitable, ese “mejor me río” que es la calma antes de la tempestad, la bomba antes de estallar.

La risa remedio infalible, la voz de nuestros ángeles que apagan los gritos de nuestros demonios, que no se extinga nunca el humor, puede que suba todo pero el buen ánimo que siga siendo gratis para sumarle al final de la canción a la frase cariño y amor esa otra que se antoja hoy: comedia y humor.