Ecuador, 27 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Click

Cien

Cien
25 de abril de 2014 - 00:00 - Por: Pedro Ortiz Jr.

Tener cien de algo suena a mucho, a menos que sean sucres.
En cambio si de años hablamos, ya es todo un logro de longevidad, un casi engaño a la muerte, un triunfo sobre las estadísticas, una buena colección de arrugas cada una con cien consejos.

Deber cien dólares no es mucho, pesar cien libras para un adulto tampoco, tener cien excusas para llegar tarde al trabajo es razonable y encontrar cien apodos para fregar a los panas del barrio es una obligación colectiva, casi una minga coloquial.

Quejarse de cien cosas a la vez ya es costumbre, buscarle cien defectos al carro, a la esposa y a los hijos del vecino es mejor que ir al cine, ver cien programas de televisión al mismo tiempo es un estilo de vida.

Tener cien películas piratas tiradas por todos lados de la casa es hasta un concepto decorativo mientras que andar con cien achaques por el calor, el frío, el chuchaqui, el gimnasio, la espalda, las piernas, el hígado, los riñones, el estrés; es parte integral de esta especie quejumbrosa que somos, o nos hemos vuelto una sociedad a la que no hay barraganete que le calce.

Conocer cien huecas para comer rico y tener cien platos típicos favoritos es una misión patriótica, ir a más de cien discotecas a bailar con cien enamoradas y no gastar nada es un sueño recurrente, dar cien conciertos en cien bares de karaoke y cantar aunque nos salgan cien gallos es la prueba de que ser caretuco es una virtud y no un defecto al tiempo que trabajar viajando por todo el país y conocer cien rutas por donde ir a cien pueblos distintos con cien lugares para chonguear te convierte en un guía turístico de la picardía contemporánea.

Inventarse, memorizarse, recordar y reproducir cien chistes sobre los políticos es un paliativo a la realidad que nos atañe.

Tener en la guantera del carro cien insultos al lado de las cien oraciones para todos los que conducen mal es mejor que tener efectivo, tener cien formas de quejarse de la lluvia gota a gota es prácticamente el desafío directo a la naturaleza y a la suerte que la determina Dios.

Meterse en cien pitos ajenos es deporte, ser el casi padre de cien hijos es como un súper poder, haber besado cien veces a cien distintas mujeres se compensa con haber recibido los cachos de forma directamente proporcional y para matar el llanto, cien cervezas en la barra y de vuelta a empezar.

Esta es mi columna número cien y debo decir que escribir cien historias y publicarlas en el diario es un lujo.

Tener la dicha de la aprobación constante es un honor que se recibe con humildad, vivir en una ciudad que sirva de inspiración cada vez que toca enfrentarse al teclado y al papel en blanco es una dicha, retratarnos con cada párrafo ya se volvió una bonita costumbre.

No dije buena por si acaso, bonita no más, pero no barata tampoco, la misma que en cuanto sienta que se vuelve obligación abandonaré porque soy un hombre más de placeres que de deberes y siendo consecuente, me place mucho hacer vibrar mi corazón al son de las cien canciones cotidianas que grita con ruido mestizo esta hermosa ciudad a la que me gusta llamar Guayaquil de mis humores.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media