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Pilar Bustos o la cadencia de la línea
Abordar la trayectoria de Pilar, como la artista firma su obra, abre un arcoíris de experiencias y conocimientos acumulados e imposibles de ser agotados en este espacio. Esta serie de fragmentos preliminares deja constancia de un pendiente, tanto con la trayectoria como con las memorias de esta dibujante-pintora que nos comparte algunas de sus búsquedas individuales, desde los detalles más significativos.
Planteo un mensaje como una mujer que se asume artista y trata de llevarlo y mantenerlo. Mi vida y mi arte se proyectan en relación con las demás mujeres por eso yo firmo Pilar para que no sea Bustos, sino (solo) el nombre de una mujer. (1)
I
Rescatar el arte de Pilar Bustos para la historia del feminismo busca reparar un olvido, pretendiendo leer la obra de la artista como expresión del arte del cuerpo de las mujeres (Nead, 1992:106), traducido en creaciones estéticas que han marcado cincuenta años de nuestro devenir, hasta arribar a este estado de ciudadanía aún incompleta. Estos fragmentos se escriben desde una mirada feminista que se deja conmover, la vida misma, por unas líneas cadenciosas e ilimitadas cuyo continente evoca siempre la calma, el reposo, aunque el contenido -expresado siempre en cuerpos- haya experimentado mil lunas y mil batallas.
En este sentido su encuentro creativo con la Diosa Valdivia resulta emblemático cuando constatamos que precisamente desde mediados de la década del setenta se fortalece una conciencia respecto de la universalidad intercultural del culto a las diosas, inspirada en gran parte por el desarrollo del llamado Movimiento de Liberación de la Mujer, un tiempo en el que aparecieron varios estudios que revolucionaron la manera en que la gente consideraba las raíces de su legado espiritual. (Graham, 1996:7). Pilar emerge de esa experiencia como autora y testigo de un encuentro ancestral que, a través del efecto reflejo - espejo, va trazando aquello que Samaniego llama “Imágenes del Asombro” y que plasma en una serie de poemas dedicados al encuentro simbiótico entre la modelo –Venus de Valdivia- y los trazos casi imperceptibles de la artista.
Tú la impulsaste para que fuera parte de tu
soledad
como lo haces en tu taller de sueños; le hablaste
y te habló
sobre su distancia de siglos y soles,
y ahora habitan ella y tú
el infinito horizonte del dibujo testigo… (2)
Desde entonces la Valdivia en múltiples recreaciones cohabita en el espíritu creativo y, por tanto en la producción artística de Pilar, enriqueciendo así el panteón sagrado de diosas que, desde todas las latitudes del planeta, emergen y encarnan la fuerza y la sabiduría femenina y de lo femenino (3). En otro momento nos presenta Valdivias en gran formato, como marco estético de la puesta en escena social de las más potentes que aporta el feminismo en Ecuador: la Tribuna y Tribunal por los Derechos Sexuales (Feministas por la Autonomía: 2000). Ahí estaba Pilar y las Valdivias presentes dialogando e incitando a la memoria más profunda depositada en nuestros cuerpos. Un llamado a ser fieles sobre todo con nosotras mismas.
II
La premisa es: Pilar es una mujer artista comprometida vitalmente con la consigna más intrínsecamente feminista: mi cuerpo es mío (4). Transcurrido medio siglo desde su primera exposición “… cuando estoy en Cuba toda la gente sabe quien soy por haber ganado dos premios(5) y haber hecho a los 20 años una exposición (1965) con más de 100 dibujos, allá en La Rampa, en la calle principal, montado por el Consejo Provincial de Cultura”.
Desde entonces su arte continúa acompañando los devenires del feminismo en estos tiempos en que, la vindicación de autonomía que marcó los años sesenta, se expresa en un enunciado con igual valor intrínseco: el cuerpo es nuestro primer territorio. Y, es que tanto el contenido del arte de Pilar como el contenido de los enunciados del feminismo expresados en múltiples lenguajes en diferentes épocas, posicionan al cuerpo como espacio de encuentro de todas las diferencias intragenéricas. Parece que la lección, que la estética y la praxis política nos reiteran es que en ese locus se registran, sin intermediaciones, los costos de habitar un cuerpo que aún tiene pendiente la libertad de ser.
III
Interrogada sobre el por qué de los cuerpos, recuerda su juventud como estudiante.
Había efervescencia intelectual, de amor, de pasión de creación. ¡Esa es la Revolución Cubana! Cuando esos primeros cuerpos en línea se van desarrollando lo que yo tenía era un rapidógrafo que me regaló un arquitecto vecino y amigo querido con el que después trabajé los murales (6). El me regaló un rapidógrafo -herramienta de arquitectos- para tenerlo en el bolsillo y dibujar. Yo dibujaba siempre, había dibujado mucho lo natural. Había dibujado cabras, vacas, caballos. Todo lo que veía en el campo mientras recogía café… pero la figura humana (7) era lo más importante.
En Pilar no se encuentra nada parecido a clichés, por el contrario, la obra desde su origen parece fruto espontáneo de un espíritu creativo que fluye con gran simpleza, sin discursos grandilocuentes ni marcos teóricos forzados: todo está por ser descubierto. De lo que sí hace gala es de una gran autenticidad en su oficio cuyo trazo es guiado por la intuición que a su vez, le conduce vitalmente a ser parte de procesos masivos así como de pequeñas o grandes causas las más humanas, las más justas. En ese sentido es idealista a plenitud, quizás sea por eso que encuentra en las revoluciones (8) y en las transgresiones esa efervescencia que detona la chispa creadora.
Desde entonces la Valdivia en múltiples recreaciones cohabita en el espíritu creativo y, por tanto, en la producción artística de Pilar, enriqueciendo así el panteón sagrado de diosas que, desde todas las latitudes del planeta, emergen y encarnan la fuerza y la sabiduría femenina y de lo femenino.Mis primeros dibujos en línea se relacionan con una época en que la represión en la Escuela de Arte fue muy dura porque las autoridades botaron a profesores acusándoles de mantener relaciones homosexuales con los alumnos. Yo no había vivido ninguna relación homosexual en ese momento. Más que la vivencia de la homosexualidad importaba romper el prejuicio, si es una situación tan humana ¿porque tienen que fregar la vida con eso?, más aun en esa edad en la que se viven tantas búsquedas personales. En ese tiempo botaron a Servando Cabrera que era de los profesores más queridos y, sus alumnos, decidimos solidariamente que todos nos íbamos del colegio. Fue un tiempo dramático. Yo fui consecuente y dejé el colegio (1965) porque pensé que para ser pintora no necesitaba un título. Estando afuera de la escuela se organiza la exposición de dibujos (La Habana 1965), entro por concurso a la UNEAC (9) y construyo los murales (1966).
Hay en esos primeros dibujos un mensaje más cercano al enojo, al malestar por todas las represiones que se vivieron en la Escuela en ese momento. Luego de su estancia en Cuba se observa un cambio en la línea de los cuerpos; con el tiempo esa línea se dejará habitar por la placidez como expresión de una paciente impaciencia que habita en unos cuerpos que transitan desde lo femenino hasta la total androginia. Simplemente se dejan ser y se dejan estar.
IV
Desde otra dimensión, la noción cuerpo – territorio nos conecta con la capacidad o potencia que ejerce la imagen sobre los sentidos. Por tanto la representación del cuerpo femenino, sobre explotado por el propio arte, es una aventura peligrosa pues aunque la artista pretenda eludirse, siempre termina encontrándose consigo misma. Ella conoce y se conoce desde esa relación con el espejo que le significa apersonarse de su propio exorcismo, un instante o miles de instantes que le ponen cara a cara con sus propios fantasmas. Siempre puede sorprendernos porque hasta lo fantasmal es amable, lo esperpéntico es una elongación necesaria para reconocer los recovecos del cuerpo, las cuevas más profundas de todas las pieles:
…erotismo a flor de piel, desde el diseño de la Escuela de Artes Plásticas incluye unas cúpulas en forma de senos donde recibíamos clases, (el maestro Porro) (10) lo construyó todo en ladrillo. Una edificación que seguía las formas de un lagarto con pasadizos, con espacios de exuberante vegetación, con un mirador hermoso. Todo bucólico en ese espacio que había sido el country club. Paisajes con lomitas cubiertas de césped que teníamos que cuidar. Fue idea de Fidel y del Che hacer la Escuela de Arte en esos terrenos. En la plaza había una pileta en forma de vulva, toda sensual.
En ningún caso se puede eludir el erotismo un atractivo que el territorio tiene en tanto es la expresión material de la Pacha Mama, Abya Yala, Gaia. El trazo de Pilar conmueve a las personas en el sentido que incita una energía telúrica. Esos fondos blancos infinitos descansan la mente e invitan a la fuga tanto como esos horizontes en acrílico, aquellos que conducen al infinito desde cualquier lado que se los mire (11).
La cercanía con el activismo feminista en el país (Taller Comunicación Mujer 1980 -2000) le articula con el Movimiento de Mujeres de Sectores Populares. Hablamos de un tiempo en que Pilar pone imagen a la más diversa producción de folletería, afiches, carteles y, desde el Frente Continental de Mujeres por la Paz junto a Doña Nela, conquista con sus cuerpos en carboncillo las paredes de Cádiz (1992) en uno de esos encuentros organizados a propósito de los 500 años de Resistencia. Expresión en el arte de un acto o miles de actos que pretenden descolonizar el cuerpo en el sentido más histórico del concepto: expulsar al invasor del cuerpo. ¡Un exorcismo!
…rescatar que la mujer no es la modelo únicamente, el cuerpo de la mujer en el arte se ha tratado como objeto. La mujer de alguna manera ha sido tratada desde la belleza pero cuestionada (en) su erotismo, insinuando que es desvalorizada dentro del arte. La eterna provocadora sexual. Porque la imagen erotizada es desvalorizada.
En el arte de Pilar el cuerpo - territorio encuentra asidero en la memoria, se sienten más cómodos consigo mismos y no pierden de vista que anhelan sólo aquellas opresiones que voluntariamente decidan asumir. El cuerpo reflejado en línea nos libera, gracias a la levedad del pulso que traza permanentes fluctuaciones, rítmicas formas. Al final, la artista se desprende y lanza sus trazos hacia el vacío a sentir el vértigo de la caída. Afortunadamente ahí siempre está la tierra que les acoge pues reconoce que son cuerpos parte de su misma esencia.
V
Educando el ojo, rompiendo el molde, trastocando la norma, difícilmente calzó con los grupos de arte vanguardista de la época (12) , ella traía otras frescuras y otras responsabilidades, conocía otra dimensión de otredad: tenía ya una hija. Su arte se tenía que acomodar al requerimiento de tiempo y tedio de las obligaciones:
Las mujeres como artistas siempre hemos tenido conflicto para desarrollar nuestra profesión. Hemos crecido con complejos de culpa. Soy dibujante porque la pintura requiere mucho espacio… el dibujo lo hacía por las noches, cuando yo quería. El dibujo se acoplaba con mis tiempos, con el cuidado de mi hija. Tenía un tiempo de trabajo conmigo cuando todo estaba en paz. Esa limitación en mi se proyecta en que tenemos un chip que funciona y nos mantiene angustiadas porque tenemos que atender lo doméstico. Esto me afecta, porque me quita tiempo.
Este sería el único malestar personal que le descubrí: querer más tiempo, más tranquilidad, para crear con calma y en sosiego material “…el arte me ha dado de comer en contados momentos. He sido profesora de la universidad, ennoblece ser profesora. Yo he vivido de mi habilidad de mi oficio pero no del arte.” Sin embargo, es un malestar que no afecta su capacidad de prodigar porque es esencialmente generosa.
Guayasamín vio mis dibujos y le gustó. Fue mi mamá quien trajo los dibujos desde Cuba y Guayasamín monta la primera exposición aquí en la Casa de la Cultura (1967).
…aunque Guayasamín haya dicho lo que haya dicho sobre mi obra, cuando vuelvo a Ecuador (1968) es todo totalmente diferente a Cuba, es como si me hubiera ido para atrás. Llegué a hacer diseño de pantalones blue jeans para “Imán”. En algún momento incluso expuse mis dibujos en el restaurante “Pio Pio” y, cómo no estaban montados con vidrio, la gente dibujó penes sobre los cuerpos.
Pilar ríe a carcajadas recordando este suceso.
Ahora se entretiene motivando el arte y a las artistas plásticos desde el Colectivo Cienfuegos (13) y sigue buscándole arrugas a las memorias del cuerpo en exploraciones conjuntas que, entre lo más destacado, ha producido diversidad de creaciones artísticas para la muestra “Caricia y Revolución, Nela y Joaquín: el diálogo de los treinta”.
Lo consecuente para los artistas es seguir trabajando su arte y tener voz y voto, que el arte tenga su lugar así como que la opinión del artista sea tomado en cuenta. Ser reconocida.
La autoridad nace de su trayectoria porque “… Ella sabe cosas de los cuerpos que toca, ella conoce el punto por donde nace la línea imaginaria que la lleva volando a través de sus propias reminiscencias de lo clásico.
Comete crímenes contra sus personajes porque hace de ellos lo que quiere y ellos se lo permiten. Descansa tranquila en su largo papel blanco esperando otra vez abrazar la línea, emprender el vuelo, conquistar el universo”. (Yépez, 2010).
1. Todos los textos biográficos son transcritos de la entrevista realizada para este artículo con Pilar Bustos, Cumbayá, 26 de agosto 2014.
Agradezco a Nela Meriguet y Patricia Yépez por sus aportes.
2. La Uña de Dios, Poema de Filoteo Samaniego, Dibujos de Pilar Bustos. Imágenes de Asombro. Para Pilar II. Casa de la Cultura “Benjamín Carrión”, Quito, 1996.
3. Una última versión de Valdivia la trabajó como imagen país para la XI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y El Caribe. Brasilia, Julio 2010. Comisión de Transición hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género. Quito, 2010.
4. Consigna posicionada en los años 1998 - 2002. Referente: Taller Comunicación Mujer proceso de denuncia contra la explotación sexual de mujeres.
5. Primer Premio Realización Mural Ciudad Sandino, Cuba 1966. Segundo Premio Mural Parque Universitario. La Habana Cuba 1967.
6. Arquitecto Maco Gutiérrez.
7. Fue con el maestro Servando Cabrera, profesor de la Escuela de Artes Cubanacan, La Habana Cuba, 1961 – 1965 con quien trabajó la figura humana y la sensualidad y el erotismo.
8. Vive y estudia en Cuba desde 1961 a 1968. En otro tramo de su vida vive en Chile en el periodo de la Unidad Popular, 1970 - 1973. A partir de esa fecha vive en Ecuador.
Alcanzo a ubicar dentro de su obra al movimiento Forajido como lo más cercano a una oportunidad de revolucionar este país. El acrílico “Forajidas” (2000) expresa ese ímpetu de cambio.
9. Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
10. Ricardo Porro. Arquitecto cubano – francés, diseñador de la Escuela de Artes Plásticas y profesor de la Universidad de La Habana, Cuba 1962 - 1965.
11. Horizontes, díptico. 2005. Pilar Bustos. Antología. Centro Cultural Metropolitano. Quito, 2006
12. Grupo VAN y Los Tres Mosqueteros ubicados como sus pares contemporáneos por Susan Rocha. IN HUMANO. El cuerpo en el arte contemporáneo 1960-1980. Centro de Arte Contemporáneo de Quito, 2011
13. Colectivo de Arte fundado en 2007 como expresión de la hermandad entre la ciudad de Cienfuegos – Cuba y Quito – Ecuador. Pilar es fundadora junto con un grupo de 20 artistas de los más diversos campos.