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Poesía

Julia Bird: “La poesía británica actual se ha vuelto mucho más democrática”

La poeta Julia Bird, autora de Hannah and the Monk, es la jefa de programación del Poetry School de Londres.
La poeta Julia Bird, autora de Hannah and the Monk, es la jefa de programación del Poetry School de Londres.
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La poesía británica contemporánea está atravesando un verdadero renacimiento, con cada vez mayor número de publicaciones de libros, revistas especializadas, fanzines, recitales poéticos, eventos, y todo tipo de actividades vinculadas a la escritura en Gran Bretaña.

Y en gran medida la Poetry School de Londres está en el centro de ese mundo. Se trata de una “usina” generadora de nuevos poetas y voces ubicada al sur del río Támesis, que a partir de la enseñanza y mentoría informal de escritores de distintos niveles, ha logrado establecer desde hace cerca de dos décadas una red para pensar, producir y discutir la poesía actual en el país.

En una entrevista con EL TELÉGRAFO, la poeta y escritora británica Julia Bird, que trabaja como jefa de programación del Poetry School, afirma que gracias a academias como esa, la poesía británica se ha vuelto más democrática y abierta que en el pasado, enriqueciendo un mundo que previamente solía ser más clasista y cerrado a las nuevas generaciones de escritores.

Según la autora de los libros Hannah and the Monk (Salt, 2008) y Twenty-Four Seven Blossom (Salt, 2013), es primordial educar a los poetas jóvenes, prepararlos para profesionalizarse, y enseñarles a nutrirse unos a otros a partir de experiencias comunes.

¿De qué forma el Poetry School ha logrado marcar un antes y un después en la producción de poesía actual en el Reino Unido?

Esta es una organización que comenzó en 1997, y que desde sus inicios ha tenido como lema organizar y dictar cursos, seminarios y proyectos para enseñar a escribir y pensar la poesía. Pero lo interesante de este proyecto es que no solo es una institución en el sentido formal de la palabra, sino también una comunidad de poetas. Cuando una persona se suma al Poetry School, ya sea tanto al iniciar un curso como participando de alguno de nuestros proyectos, forma parte inmediatamente de una red de escritores que piensa, escribe, lee y debate la poesía dentro de una comunidad. Esa comunidad de poetas está ahí para dar apoyo en toda la carrera poética del autor, y eso hace del Poetry School un espacio único en el país.

Esta parece ser una iniciativa bastante innovadora en el sentido de que no está configurada como una universidad clásica, sino más bien como un espacio más orgánico, con cursos por niveles de conocimiento, temas, etc. ¿De qué manera funciona?

Justo estamos lanzando este año por primera vez una maestría dedicada exclusivamente a la poesía junto a la Universidad de Newcastle (norte de Inglaterra), que podría realizarse tanto en Londres como en Newcastle. Esa maestría sí tendrá un formato más tradicional para la enseñanza y el aprendizaje de la poesía, y al final del curso, el candidato obtendrá una acreditación de tipo universitaria. Pero en el Poetry School lo interesante es que la educación que impartimos es informal, esto significa que es posible realizar desde actividades de un solo día o cursos de 30 semanas, hasta seminarios que duran años y que apoyan la labor del poeta. La gran cantidad de actividades que organizamos es informal, y eso es lo que hace de nuestra institución un espacio tan interesante para pensar la poesía.

Hay un aspecto muy particular de esta institución, y tiene que ver con que está organizada por poetas y para poetas, a diferencia de una carrera universitaria en Letras que no necesariamente es organizada por escritores o poetas…

Nuestra estructura de organización se asemeja más a la forma en que un artista, un actor, un músico o un bailarín se entrenarían  en una academia. La poesía es enseñada por poetas publicados, por autores que tienen experiencia en el área y quieren profesionalizar ese campo del saber. Ese fue el germen del proyecto, que creo ha tenido mucho éxito desde sus inicios”, destaca Bird.

El Poetry School fue fundado en 1997, ¿cómo surgió esta iniciativa y quiénes estaban detrás de esta idea inicial?

Fue fundado por tres poetas destacadas de Inglaterra, Mimi Khalvati, Pascale Petit y Jane Duran. Las tres son poetas de gran calibre que representan mucho de lo mejor de lo que se produce hoy en Inglaterra. Ellas tenían el sueño de establecer un espacio para poetas, tanto en los niveles iniciales como aquellos más avanzados, interesados en aprender, mejorar, estudiar y debatir sobre poesía, no solo contemporánea, sino del siglo XX y de distintos períodos históricos. La idea era crear una academia del mismo tipo que la que nutre a artistas, músicos y bailarines, un espacio para aprender el arte de la poesía. Las tres tenían en mente el modelo de una academia para poetas. El Poetry School comenzó en la cocina de Khalvati a finales de los noventa, y ha crecido los últimos 20 años para convertirse en una de las instituciones de enseñanza y debate de poesía más destacadas de Gran Bretaña y Europa.

La escuela cuenta desde hace pocos años con una plataforma digital llamada Campus, ¿de qué se trata este proyecto y cómo beneficia a los autores jóvenes?

Campus es nuestra red social para  poetas. Es una mezcla de Facebook y Pinterest. Los poetas tienen cuentas personales y se conectan unos con otros. Ahora hay unos 2.500 integrantes, todos escritores de poesía. Allí pueden interactuar entre sí, publicar sus poemas para discutirlos y analizarlos en profundidad, debatir sobre temas vinculados a los textos, desde filosofía e historia, pasando por arte, cine o sociología. Campus incluye entrevistas, blogs, concursos de escritura, y sirve como plataforma para que los mismos poetas puedan publicitar sus eventos y presentaciones, promocionando lo que hacen a un público que de otro modo no se enteraría. Es una plataforma para actividades poéticas, que también funciona como foro de discusión. Y es el sitio donde se dictan nuestros cursos online. La escuela no solo ofrece cursos cara a cara y en aulas, sino también digitales, o cursos que se pueden descargar por Internet y que incluyen ejercicios específicos, con prácticas acerca de cómo resolver diferentes cuestiones de la creación poética. Esto permite que poetas y escritores de habla inglesa de todo el mundo puedan sumarse a las actividades de enseñanza y debate de la poesía. Es un lugar muy dinámico y democrático, abierto a todos los poetas.

Están finalizando en estos días la programación para los cursos de otoño boreal. ¿Podría hablarnos de qué tipo de actividades están previstas y quiénes serán los poetas y escritores que se sumarán?

A nosotros nos interesa mucho contar con una gran variedad de profesores y poetas que den clases, tanto de aquellos con mucha trayectoria, que han publicado libros durante décadas, como también de poetas más nuevos. Todas las personas que enseñan en el Poetry School tienen alguna idea interesante que compartir y muchísimo entusiasmo para incentivar a los estudiantes a seguir creando. Nuestro programa mezcla a poetas de trayectoria como Mimi Khalvati, Tamar Yoseloff o Jacqueline Saphra, y también poetas más jóvenes, como Meryl Pugh o Rosie Shepperd.
Shepperd va a dictar un curso sobre poesía y comida, que incluirá saborear distintos menúes en clase para inspirarse a escribir sobre deliciosos platos. Otro de los cursos interesantes es el que da la norteamericana Yoseloff, una poeta de gran trayectoria que este año llevará a los alumnos a distintas galerías de arte de Londres para que encuentren temas de inspiración en el mundo artístico, transformando esas experiencias en pura poesía. La Poetry School es un sitio dedicado a que los poetas desarrollen sus habilidades profesionales, y entiendan mejor de qué se trata ser un poeta profesional, que publica y vive de ello en el mundo actual. Por ejemplo, uno de los cursos enseña a los poetas cómo preparar su primer libro de poemas, de qué forma elegir un título o el orden de los poemas, el proceso de edición, la selección de imágenes, etc. También hay cursos más clásicos, como por ejemplo ‘Cómo escribir un soneto’ o entender mejor los procesos de versificación o poesía concreta o avant garde. El enfoque es práctico, por y para los poetas.

Este año lanzaron una nueva iniciativa para jóvenes poetas de habla inglesa llamada ‘Primers’… ¿De qué se trata el proyecto?

‘Primers’ es una colaboración con la editorial británica Nine Archers Press y básicamente es una oportunidad única para que tres poetas jóvenes reciban mentoría poética y edición de su obra durante un año por parte de expertos destacados, con el fin de publicar su obra en la editorial. Se los prepara laboriosamente no solo para que publiquen su primer libro de poesía, sino también para que aprendan a ser poetas profesionales. Kathryn Maris, que es una profesora de nuestra institución, será una de las editoras encargadas. El resultado final será un libro, así que es una oportunidad bien interesante para autores que buscan sacar su primera colección de poemas, aprendiendo y pensando a fondo sobre su obra.

¿Cómo ve el mundo de la poesía actual en Gran Bretaña? ¿Qué significa ser poeta hoy en día en un país que ha tenido a luminarias como William Shakespeare, John Milton o T. S. Eliot, por nombrar solo a algunos de los más destacados?

No hay una respuesta única a esa pregunta. Toda persona que dé una respuesta categórica al respecto estará equivocada. Mi experiencia como poeta es bien especial, ya que al mismo tiempo trabajo en el mundo de la poesía al participar activamente del Poetry School y organizar actividades en mi tiempo libre. Es un mundo muy interesante, que en Gran Bretaña está lleno de oportunidades. He trabajado en el Poetry School desde hace muchos años, y lo que he notado es que el mundo de la poesía en este país se ha vuelto mucho más democrático. Han caído muchas barreras. Hoy los poetas jóvenes británicos o de habla inglesa tienen menos dificultades en publicar su obra en revistas de poesía o literarias, organizar eventos, distribuir su obra, etc. En parte gracias a Internet y las redes sociales. Si un poeta quiere hacer estas cosas, no debe esperar a que nadie le dé permiso, como ocurría en el pasado cuando el mundo de la poesía era más clasista y segregado. Las audiencias son mucho más abiertas y si el poeta o escritor encuentra un público al que hablarle, el proceso se acelera y se vuelve mucho más dinámico.

Lo que trata de decir es que el estado de la poesía en Gran Bretaña es de democratización, de apertura a otras voces, de multiplicidad y mayor variedad…

Totalmente. Puede que otros poetas británicos estén en desacuerdo conmigo, pero mi experiencia como poeta y escritora es que es mundo cada vez más abierto, más multicultural, que mezcla razas y tradiciones, que se abre al mundo y explora diferentes formas y técnicas, incluyendo la poesía performance, o el cruce de otras artes en la poesía.

¿Cuál es el futuro del Poetry School?

Soy optimista. El futuro de esta escuela, y de la poesía británica en general, es esperanzador. Estamos lanzando esta Maestría que  comenté antes, tenemos muchas ideas acerca de cómo expandir nuestro programa para ayudar a poetas a convertirse en integrantes productivos de la comunidad poética. La idea no es que los poetas escriban sus poemas en el ático, escondidos y aislados del mundo, sino más bien que diseminen su obra, que se hable de la poesía, debatan con otros poetas, y encuentren una audiencia para desarrollar sus habilidades como creadores de las palabras. Es muy esperanzador. Estoy convencida de que vendrán épocas muy interesantes para la poesía contemporánea en Gran Bretaña.

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