Ozark es el mejor trabajo de Jason Bateman desde Arrested Development. La serie le da más latitud que la cuidadosa construcción de bromas de la comedia de situación, y puede ser su trabajo más fuerte hasta el momento. El thriller se acerca a las trampas narrativas que otros dramas de prestigio han logrado: strippers, lavado de dinero, infidelidad, un video sexual, bolsas de dinero en efectivo, barriles de ácido, pero evita caer en la sombría sopa de dramas hinchados sobre un alma masculina torturada.

Ozark guía cuidadosamente a la audiencia a través de una historia de crímenes que es en parte suspenso, en parte, caótica e infinitamente sorprendente.

Bateman interpreta a Marty Byrde, un contador de Chicago. La serie empieza el día en que Marty se entera de que su esposa, Wendy (Laura Linney), lo ha estado engañando. En una secuencia que revela mucho sobre sus extrañas profundidades, Marty reflexiona sobre la información, mordiéndola con agonizante lentitud donde otros estallarían en emoción.

El mismo día, las cosas se ponen difíciles para su compañía. Marty y su compañero de negocios, Bruce (Josh Randall) han estado lavando millones de dólares para un cartel de drogas mexicano, representado por Del (Esai Morales). Alguien ha estado desviando de dinero. Enfadado, Del mata a todos. El último es Marty. Con una pistola apuntándole en la cabeza, suplica por su vida con un frenético —y patético— discurso de vendedor, saca un panfleto arrugado de su bolsillo y lanza un plan para recuperar el dinero robado, y cientos de millones más, en Ozark, un pueblo junto a un lago en el que los habitantes desconfían de todo forastero.

Hay algo cómico en mover a una familia privilegiada a las montañas rurales, y Ozark juega con eso. La serie muestra las luchas de los personajes y el humor existencial de su situación.

Linney no hace mucho al principio, pero brilla a medida que Wendy se hace consciente de las amenazas hacia su familia. Su matrimonio colapsa, pero hay demasiado por hacer: desarraigar sus vidas en 48 horas, comprar una casa en Missouri, instalar a los niños y esconder una enorme cantidad de efectivo. No son exactamente socios, pero tienen mucha química.

Ozark es inteligente y dice algo. Marty comienza el programa con un monólogo en off que es en parte el argumento de venta y en parte una reflexión sobre lo que significa el dinero para una persona de moral flexible.

Marty comienza a actuar erráticamente, hablando con fantasmas, repitiéndose, mirando por el borde de un acantilado y calculando el pago de su seguro, pero el programa plantea estos sucesos menos como las reflexiones de su alma torturada y más como el precio de una semana sin poder dormir.

A medida que avanza la temporada, Marty se encuentra con la jefa de una familia local de ladrones: Ruth (Julia Garner), una flaca rubia de 19 años que mantiene a su familia alineada con un arma y mucha valentía.

Marty no es bueno, pero no es tan malo como podría ser. Ni siquiera se está esforzando en nada más que en sobrevivir, pisando agua, en el profundo lago de Ozark. (I)