Más vigilancia en parque y cancha

Los sitios de esparcimiento, como los parques, son espacios hasta los cuales acuden niños, madres de familia con sus bebés, personas de la tercera edad y adultos para distraerse un rato, leer un libro, conversar o que los pequeños jueguen.

Sin embargo, hay algunos de estos lugares como el que se encuentra en la Atarazana, junto a la Iglesia del Señor de la Buena Esperanza y a pocos metros de una unidad policial, en donde jóvenes descarriados se dedican al consumo de sustancias estupefacientes o de bebidas alcohólicas.   

En el sitio falta una verdadera iluminación, lo que es tarea del Municipio de Guayaquil. La actual no llega hasta ciertos lugares oscuros que son aprovechados por algunos adolescentes para fumar o ingerir licor.

Muchas niñas, adolescentes y señoras deben desviar su paso, con el fin de evitar, por parte de estos jóvenes, algún improperio o que les falten el respeto.

A ello se agrega que los árboles no han sido correctamente podados, lo cual ayuda a que el alumbrado artificial no llegue a todos los sectores del parque. La presencia de estos nobles troncos es beneficiosa, pero también amerita que haya personas encargadas de recoger las hojas y ramas que caen.

Es importante hacer un llamado también a los vecinos que llevan a sus mascotas a este parque, con el fin de que recojan las heces que dejan sus animalitos.  

Las mascotas necesitan caminar, correr y jugar, empero no es justo que un niño recorra por el área destinada para ellos y de repente termine con sus zapatos sucios.

Del mismo modo, hay ciudadanos que se han olvidado de las buenas costumbres y arrojan basura en cualquier sitio.

El Cabildo debería colocar más tachos en diferentes sitios y poner letreros que conminen a las personas a mantener la limpieza del lugar por el bien de todos.

Agustina Jiménez