El Telégrafo
Ecuador / Domingo, 07 de Septiembre de 2025

La CIA no es la culpable ni recluta opositores mediocres

Estimado Lcdo. Orlando Pérez, me he quedado sorprendido con las publicaciones del diario bajo su dirección y, por supuesto, de la cadena Telesur. Le agradezco de antemano darles trabajo a los radiodifusores, activistas sociales y a los de las redes sociales. Solo gracias a estas publicaciones podemos ponerles a hablar de otras cosas que no sean las sandeces de siempre. Pero no voy a hablarle de eso, sino de la equivocada percepción que generan los reportajes publicados estos días en su diario.

Empezaré por decirle que los agentes de la CIA son personas serias, bien formadas, con una ética bien cimentada. Nada tiene que ver con los personajes por ustedes mencionados. ¿Cómo se les ocurre decir que un Fernando Villavicencio o un Andrés Páez puedan ser agentes de la CIA? No llegarían ni al primer nivel de formación de una academia estadounidense. Al contrario, serían degradados de todo acto político.

Ninguno de los mencionados tiene la estatura moral para ser agentes de una entidad tan profesional y técnica. Todos ellos son simples soplones, como usted dijo en la radio, apenas agenciosos y funcionales a una estrategia con fondos. No quiero ofender a nadie, pero lo cierto es que, si no fuese porque reciben pagos, viajes, almuerzos y otras cosas reveladas en el reportaje de Telesur, no harían nada, no luchan “hasta las últimas consecuencias” por nada en su vida. Esa es la verdad. Si no habría que fijarse por qué ahora se tienden ante un banquero: ahí están, desde el hijo del periodista Carlos Vera, un expolicía que cerró la puerta al Presidente, el expresidente de la Cámara de Comercio de Quito, además de un excandidato a alcalde de la capital por un supuesto movimiento de izquierda como es Pachakutik. ¿Usted se imagina por qué todo ese conglomerado va con Guillermo Lasso de la mano? ¿Lo hacen por principios? No señor, van por plata, porque el banquero la tiene de sobra.

Y volviendo a los supuestos agentes de la CIA: no ofendamos a esa institución noble de los estadounidenses que ha logrado frenar a los más atroces terroristas del mundo, en su desquiciado deseo de sacudir al mundo. Si la CIA tuviese agentes de verdad actuando en nuestro país no estarían en las filas de CREO o de Pachakutik, sino en calidad de asesores, empresarios, expertos o algo por el estilo en algunas firmas con un muy bien forjado aparato publicitario.

Lo único válido de lo que usted nos ha puesto a pensar es que los opositores más fanáticos de este país hacen denodados esfuerzos por granjearse el beneplácito de la embajada de EE.UU. para que no les deje de invitar a sus cocteles, les favorezca con becas para sus parientes o por lo menos invitaciones como las hechas al señor Páez, Villavicencio, Pallares, Ricaurte, que creen que con eso ya se codean con el verdadero poder del mundo y por lo mismo serán gratificados para toda la vida con la visa a ese enorme país.

Con todos los años que llevo encima jamás he visto a ningún opositor fantoche jugarse hasta las últimas consecuencias como dicen en sus discursos. Y ahora menos porque atravesamos por otra etapa política. (Le ruego mantener mi nombre en reserva. Mis nombres verdaderos y mi cédula de identidad usted los tiene en el documento que acompaño a este escrito.)

Luis N.N.
Jubilado de la República de Ecuador