Hay cambios, pero...

En las últimas semanas, los moradores de La Alborada, conocido sector del norte de Guayaquil, nos hemos visto algo sorprendidos por decisiones de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) que, según ellos, se busca aliviar el pesado tránsito vehicular que aqueja a este sector.

Primero se decidió que varias líneas de transporte urbano ya no circulen por la venida Benjamín Carrión. En una primera instancia, esta medida es adecuada. Es cierto que ahora ya no se presentan las aglomeraciones de automóviles, sin embargo los buses que salieron de esa ruta ahora circundan en el sector y vuelven a salir por el centro comercial La Rotonda. Así que unos pasos más allá volvemos a encontrarnos con los problemas que nos incomodan desde hace años.

Otra medida que se tomó es cerrar una circunvalación que había, en la misma avenida. Otra vez en los papeles esto parece bien, pero insisto en que los transportes de pasajeros vuelven a pasar por esa misma calle.

Al punto al que quiero llegar y, sobre todo, lo que deseo proponer es que la ATM tiene que hacer una minuciosa revisión de las líneas de transporte urbano que por ahí transitan.No hay que ser ningún experto como para comprender que por ese sitio pasan demasiados autobuses y eso lo complica todo.

Cuando llegó esta nueva entidad reguladora del tránsito, a los guayaquileños se nos prometió un cambio radical sobre el tema vehicular, pero aún no se ven grandes resultados. La autoridad y accionar de los agentes aún no se “siente” en las calles y me atrevo a decir que en ciertos sectores de la urbe porteña la situación ha empeorado en vez de mejorar.

Otro punto a tener en cuenta es lo poco amigable que es la ciudad para los peatones. Volviendo a la avenida Benjamín Carrión, a la altura del centro comercial City Mall, es cuestión de vida o muerte cruzar la calle. Son pocas las veces en que los vigilantes le dan una mano a los ciudadanos. Incluso se instalaron unas estructuras para semáforos, pero hasta el momento no se ha colocado nada en ellas. Hay ciertos cambios, pero con resultados no tan positivos. (O)

Vicente Páez, Guayaquil.