Golpe ‘training’ en Flacso
No cabe la menor duda: para que un entrenamiento a las técnicas de golpe suave se dé en el centro de Quito, el gobierno de la Revolución Ciudadana debe molestar intereses potentes.
Estos últimos años, las técnicas de golpe suave en los países de América Latina fueron herramientas privilegiadas dentro de un variado arsenal desestabilizador para intentar desviar el curso de las revoluciones populares en la región. Utilizadas con éxito en Europa del Este y en el Cáucaso o, más recientemente, en las ‘primaveras’ árabes, estas técnicas buscan debilitar el poder para asegurar el derrocamiento de gobiernos electos. Se valen, pues, de métodos psicológicos, sociales, económicos y políticos para orientar la opinión pública y manipular a las masas. “Son estrategias y tácticas militares no violentas”, como lo señalaba Robert Helvey, antiguo coronel del Ejército estadounidense.
Los nombres de Gene Sharp o del Instituto Albert Einstein se han hecho muy populares en América Latina por difundir las teorías de las revoluciones de colores. Pero, ¿quién conoce al Canvas o al Centro Internacional sobre los Conflictos no Violentos (ICNC, por sus siglas en inglés)? Sin embargo, esos centros de formación del golpe suave juegan un papel central en los esquemas de desestabilización.
El ICNC fue fundado en 2002 por Peter Ackerman, un banquero de formación y antiguo alumno de Gene Sharp que revela, por su biografía, la maraña de recursos políticos que posee Estados Unidos para actuar en el mundo. Director del Atlantic Council, vinculado a la OTAN; miembro del Council of Foreign Relations, centro de pensamiento de la política exterior estadounidense; antiguo director de la organización Freedom House, también ha sido miembro de las juntas directivas de la ONG Care o del Think Tank ultraliberal Cato Institute. Desde el ICNC, Ackerman ha dado formaciones prácticas en las técnicas de golpe suave a jóvenes líderes políticos.
Lo llamativo es que el ICNC vino a Quito, este 9 de junio de 2016, a dar un taller sobre la teoría y la práctica de ‘resistencia civil’ en la Flacso. En un año preelectoral, donde los ánimos tienden a polarizarse, ¿quién tiene interés en formar activistas en las técnicas del golpe suave? Como sabemos, la mayoría de los golpes suaves exitosos se dio inmediatamente después de una contienda electoral cuyo resultado era cuestionado por la parte perdedora. ¿Tendrá que ver entonces el reciente espectáculo de miembros de la oposición en la OEA, poniendo en duda la parcialidad del Consejo Nacional Electoral, con la preparación de líderes políticos por manual de Gene Sharp? ¿Por qué invocar la ‘resistencia civil’ y, sobre todo, contra quién?
María Victoria Sáenz