¿Para qué están los guardias de seguridad de la Metrovía en las diferentes estaciones, si no dan asistencia a las personas que son objeto de sustracciones o actos morbosos por parte de groseros individuos contra las damas?
Son únicamente guardianes de las instalaciones de la Metrovía.
Cuidan que personas no pasen con carga, objetos u otras posesiones que afecten a los demás pasajeros; o que no ingresen individuos en estado de ebriedad, tal como lo grafican en un squetch que pasan por la señal televisiva propia, mediante los monitores instalados en las unidades de servicio.
Pero, ¿y la seguridad personal del pasajero?, ¿y la seguridad de las posesiones del usuario?, ¿y los vejámenes a las mujeres, a los ancianos y menores de edad? ¿Quién cuida eso?, o, por lo menos, ¿quién da asistencia a las víctimas?
En los últimos días he visto que personas que se suben al bus de transporte de la Metrovía, generalmente de dos individuos, buscan la manera de sustraerse las pertenencias de los pasajeros.
Y sus víctimas son principalemente las mujeres, cuyas carteras y teléfonos celulares son el blanco preferido de los ladrones. Otros son los jóvenes estudiantes, que sin decir palabra por el impacto psicológico que le causan los insultos en baja voz pero contundentes del asaltante, deben entregar el poco dinero que lleven en sus bolsillos y cualquier artefacto electrónico que usen para sus faenas académicas.
Lo mismo sucede en el caso de los morbosos, que atentan contra el pudor de las jovencitas, que en gran número utilizan este servicio para trasladarse de sus hogares a las universidades y desde estos centros a sus hogares.
Algunas suelen reaccionar, como debe ser, y enfrentan al manoseador, lo encaran y repudian en voz alta. Pero se exponen a que este sujeto rechace y niegue la acción inclusive con más agresión. Y cuando llegan a las estaciones, el aviso a los guardias de seguridad no surte efecto, por que estos no tienen autoridad para ayudar.
Entonces, ¿para qué están ahí?
Atentamente,
Emilia Torres Ponce
Cdla. Bella Vista
