Empieza el día: hacer el desayuno, preparar a los niños para la escuela, organizar el día de actividades de la casa y el regreso de los hijos después de la escuela. Ir al trabajo, hora de entrada 08:30. Es una jornada intensa de actividades, los temas pendientes y de última hora retrasan el término del día laboral. Finalmente, llegar a la casa a las 20:30, los niños esperan ayuda para terminar sus tareas. Preparar los uniformes para el día siguiente. A las 22:00 acostarse exhausta. Otro día más entre el trabajo y la vida personal.

Esta no es una historia única ni particular, el estilo de vida que llevamos hace que este ejemplo sea cada vez más común. El modelo de vida que replicamos nos insta a encontrar un punto de equilibrio entre nuestra vida diaria y el trabajo, al encontrarnos bajo un ritmo frenético de producción, en el que las familias son las más afectadas. Poder combinar la vida personal y laboral resulta importante para lograr el buen vivir de los miembros de las familias.

Bienestar laboral en Latinoamérica

En un estudio elaborado por Regus, proveedora de lugar de trabajo a nivel global, sobre el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, (Work-Life Balance) se posiciona a Colombia y México entre los países con más altos niveles, superando a Estados Unidos y al promedio global; pero también superan ese promedio global otros como Argentina y Ecuador.

Este mismo estudio indica el incremento de bienestar en el trabajo para aquellas personas que tienen su propio negocio, debido a que tienen mayor control sobre el manejo del tiempo laboral y personal.

Bienestar laboral en países OCDE

Una investigación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) menciona que un horario largo de trabajo puede ser perjudicial para la salud, la seguridad laboral y aumenta el estrés.

Resulta lógico pensar que cuanto más se trabaje menos tiempo se tendrá para dedicarlo al cuidado personal o el ocio, mientras que lo contrario contribuye al bienestar físico y mental. Un empleado de tiempo completo en la OCDE dedica de media el 62% del día, cerca de 15 horas, al cuidado personal (comer, dormir, etc.) y al ocio (vida social con amigos y familiares, pasatiempos, uso del ordenador y la televisión, etc.).

En el caso de las mujeres, un horario laboral reducido no implica mayor tiempo para el ocio, ya que el estudio indica que el tiempo dedicado al ocio es prácticamente el mismo para hombres y mujeres en los 20 países miembros de la OCDE.

Estudios previos mostraron que pasar mucho tiempo sentado incrementa las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiacas, varios tipos de cáncer y muerte prematura.

La OMS plantea un modelo para crear un entorno laboral saludable

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2010 presentó un modelo para la acción destinado a crear ambientes laborales saludables y lo definió así: “Un lugar de trabajo saludable es aquel en el que los trabajadores y el personal superior colaboran en la aplicación de un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, seguridad y el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad del lugar de trabajo”. Asimismo, propone la implementación del modelo basado en 4 áreas:

1. El entorno físico del trabajo.
2. El entorno psicosocial del trabajo.
3. Los recursos personales de salud en el espacio de trabajo.
4. La participación de la empresa en la comunidad.

El propósito es aplicar estos caminos para influir en el bienestar laboral de cada colaborador y, en general, en el ambiente de la organización, adaptándolos a las situaciones legales y ambientales de cada país.

Reducción de la jornada laboral y recuperación del espacio personal

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que al menos el 3% del PIB se pierde por causa del estrés laboral y es precisamente el exceso de horas laborales el que incrementa ese estrés.

En septiembre de 2015 Suecia  implementó un plan piloto de reducción de la jornada laboral a 6 horas diarias. Como experiencia controlada se aplicó en dos departamentos de un hospital, en una planta de cirugía y en una residencia de ancianos en el oeste del país. Este proyecto nació a partir de la experiencia de Toyota en Suecia, que lleva más de 10 años aplicando este horario de trabajo.

Aunque resulta prematuro hablar de conclusiones de la iniciativa, hasta el momento el balance es positivo: se refleja una mayor productividad laboral, menos bajas por depresión o enfermedad y buenos comentarios de los empleados. Estos declaran tener tiempo para hacer deporte y para su vida familiar, en consecuencia se sienten menos estresados. La jornada de 6 horas repercute en mayor concentración, mejora la productividad de las empresas, la salud de los trabajadores y disminuye los índices de ausentismo laboral. No en vano Carlos Slim propuso la reducción de la semana laboral a 3 días, con 11 horas de trabajo diarias.

Buscar acercarnos a la armonía implica entrar en un juego de contrapesos. Se requiere de políticas públicas y privadas que favorezcan un trabajo productivo, pero con un enfoque que priorice el bienestar personal, enfatizando el valor de uso del tiempo de las personas.

Avances en Ecuador

En esta gran tarea el Estado juega un rol importante al tener la responsabilidad de velar por el bienestar integral de sus ciudadanos. En este sentido, en los últimos años en Ecuador se obtuvieron logros significativos en cuanto a garantías en las pensiones jubilares, estabilidad laboral y lo más sobresaliente: la inclusión de las amas de casa en la seguridad social, reconociendo y visibilizando por primera vez el gran trabajo de las mujeres en el hogar.

La OIT reconoce los avances de Ecuador en materia de derechos laborales: “Ecuador ha ratificado 61 convenios de la OIT, es una cifra que debe llenar a ustedes de orgullo porque está por encima de los países de la región que no llega a 50”, manifestó Alberto Odero, coordinador de negociación colectiva del Departamento de Normas Internacionales del Trabajo. Los avances en cuanto a políticas laborales también se han dado en materia de inclusión de personas con discapacidad e igualdad de género, lo que se ha visto reflejado en los comentarios recientes del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

La Constitución del Ecuador promueve el trabajo digno, en igualdad de oportunidades y de trato. Estos principios se han hecho efectivos a través de reformas laborales -como la regulación excepcional de la jornada de trabajo- que, entre otras cosas, pretenden evitar la pérdida de las plazas laborales.

Por otro lado, con el objetivo de reducir la desnutrición infantil, la madre y el padre pueden optar voluntariamente por dedicarse al cuidado de su hijo recién nacido hasta 12 meses, tiempo en que se les garantiza la seguridad social por parte del Estado.

Para fortalecer este proceso, en Ecuador se deben estimular las prácticas laborables más solidarias y flexibles, que impliquen un balance entre el tiempo dedicado al trabajo y el destinado al relacionamiento personal, prácticas encaminadas a construir la sociedad del Buen Vivir. (I)