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Kipchoge, el keniata que se cambió a la maratón
Por primera vez en la historia de la maratón olímpica, un país consiguió el doblete: los keniatas Eliud Kipchoge y Jemima Sumgong lograron el oro en la mayor prueba del atletismo.
Kipchoge, el último medallista dorado que fue premiado en la ceremonia de clausura en el estadio Maracaná, logró completar su progresión en las pruebas de fondo.
Apenas hace 3 años se dedicó a la maratón, pues antes compitió en los 1.500 metros, 3.000 m, 5.000 m, 10.000 m y media maratón.
La de Río 2016 significó su primera medalla de oro olímpica, pues antes ya logró la plata, en Pekín 2008 en los 5.000 m, y el bronce, en Atenas 2004, en la misma modalidad.
Para los Juegos Olímpicos anteriores, en Londres, Kipchoge soñaba con lograr la dorada en los 10.000 metros. Sin embargo, no se pudo clasificar y aquello representó uno de los golpes más duros en su carrera.
“Estoy muy feliz de tener la oportunidad de participar en Río. Será un momento crucial, porque no he ganado oro en unos Olímpicos”, dijo antes de viajar desde África a Río, el keniata de 31 años.
Después de la medalla, para él aún está pendiente la consecución de un récord. En Río quedó lejos de la marca olímpica de su compatriota fallecido Samuel Wanjiru (02h 06m 32s), contra las 02h 08m 44s que cronometró.
Aún está en su recuerdo cuando quedó a tan solo 8 segundos de romper el récord mundial. En abril de este año, en la maratón de Londres, marcó 02h 03m 05s y tampoco pudo superar el tiempo de Wanjiru, que en Berlín, en 2004, estableció la marca en 02h 02m 57s.
Kipchoge entendió que su rendimiento podría ser mejor sobre las calles que sobre las pistas atléticas y así dio el salto a la prueba reina del atletismo. Está claro que sus resultados en pista fueron muy destacados, pero en la maratón pudo explotar mejor sus cualidades como fondista.
Un ejemplo claro fue su victoria del año pasado en Berlín, en donde era claramente uno de los favoritos. Kipchoge corrió gran parte del circuito con las plantillas de los zapatos fuera de lugar, pero aun así logró uno de sus mejores tiempos con 02h 04m 00s y se quedó con el puesto más alto en el podio.
La leyenda de Kipchoge parece hacerse cada vez más grande, pues de las 7 maratones en las que ha competido, ganó 6. Solo en Berlín, en su primer año, cayó ante Wilson Kipsang, pero ya dio muestras de que su nivel estaba para formar parte de la élite.
Con su primera presea dorada en unos Juegos Olímpicos, Kipchoge confirmó su capacidad en las pruebas de largo aliento y tratará de alargar su legado con miras hacia Tokio 2020. (I)