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Juan Pilataxi se plantea acabar 2017 con 70 maratones
“Este desafío dejó de ser tuyo, ahora es del país”, le dijo cierto día Juan Araujo Estévez (+) a Juan Pilataxi, cuando comenzó el ‘Reto Maratón’, a través del cual desea convertirse en el primer ecuatoriano que sume 100 maratones. En 2016 llegó a 63 y este año desea terminarlo en 70.
Según lo planificado, Pilataxi alcanzaría el récord nacional de participaciones en 2020; todo depende de su estado de salud y de contar con los recursos para hacerlo, ya que no tiene auspiciantes; todos los gastos salen de su bolsillo.
Pero este ibarreño, de 54 años, no pierde el ímpetu, buena parte de lo que genera en calidad de docente y abogado lo invierte en su proyecto deportivo, sin descuidar las demandas de su familia, que la conforman su esposa María Narcisa Sanipatín y sus 5 hijos.
En lo que a salud se refiere, varios médicos no recomiendan a los exponentes correr más de 3 maratones al año, básicamente porque es necesario darle un buen margen de tiempo a la recuperación. El experimentado deportólogo Óscar Concha explica que al no contar con un descanso adecuado el cuerpo acumula los ácidos radicales libres, es decir, desechos que debe expulsar el cuerpo tras las contiendas.
Esto podría traer como consecuencia el envejecimiento prematuro o la vulnerabilidad a contraer enfermedades inmunológicas.
Sin embargo, Juan va más allá de lo evidente y está convencido de que su proceso de competencia tiene tintes de milagro. Esto lo explica al revelar la causa que lo condujo a realizar su emprendimiento.
“Antes de comenzar el Reto Maratón, con el apoyo de mis seres queridos, superé un cáncer en el cuello; al salir bien de las operaciones sentí que Dios no quería verme todavía fuera de este mundo. Sé que correr así no es normal, pero aquí me tienen; me siento entero y lleno de vida”, dice.
La situación no es fácil, lo admite, mas la fe y el ímpetu son muy fuertes. No obstante, aceptó no comenzar ningún calendario mientras no le muestre a su mujer un certificado clínico del Ministerio del Deporte u otra entidad que avale sus condiciones para terciar en lides de 42,195 kilómetros.
En 2016 se propuso lidiar en 5 torneos, pero el último, el Maratón de Málaga, programado para el 4 de diciembre, se suspendió en razón de una lluvia con tormenta eléctrica incluida. Por este motivo, solo libró esfuerzo en los maratones de Cuenca, Lima, México y Quevedo. Cada paso que da, añade Pilataxi, es gracias al amor y comprensión de los miembros de su hogar y de amigos que le motivan a no abandonar, entre ellos el ironman Nelson Vásquez, y el atleta y entrenador Franklin Tenorio.
Vásquez y Tenorio, quienes le profesan alta estima, coinciden en valorar el sacrificio de Pilataxi, no únicamente por las horas de preparación, sino porque los viajes al exterior lo alejan frecuentemente de quienes más ama. En esta, la primera semana de enero, Pilataxi sostendrá prácticas especiales con Tenorio para potenciar sus capacidades.
La agenda de ‘Maratonman’ en la temporada que acaba de empezar contiene las justas de Sevilla en febrero; la de Barcelona en marzo, Madrid en abril, Díon (Grecia) en junio, México en agosto, Lisboa en octubre y Málaga en diciembre.
Fuera del asfalto, Juan tuvo en 2016 varios acontecimientos que le llenaron el corazón. Nunca olvidará que en la carrera 10K Quito Verde corrió con Maximiliano Luna (15 años), un chico que venció los inconvenientes de su parálisis cerebral y terminó la brega.
También siguió como emisario de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer; ayudó en la organización del primer Maratón de Quevedo y obtuvo el reconocimiento del gobierno municipal de Maipo en Chile, que lo calificó como motivador pedestre. (I)