Una batalla, pero no la guerra
El pueblo ecuatoriano perdió la oportunidad de cambiar la Constitución , y no aquella que favorece a los delincuentes por demasiada protección en sus articulados, la misma que creo el cuestionado Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que de control social no ha servido para nada; la misma que no fomenta la seguridad jurídica ni la inversión extranjera, la que no da posibilidad a que la Corte Constitucional sea controlada en su desempeño. El gobierno de Daniel Noboa perdió una batalla pero no la guerra. Ha hecho cambios en su gabinete y tendrá que seguir haciéndolo, si las circunstancias lo ameritan; es muy atinada y a tiempo, la designación del doctor Enrique Herrería como Secretario Jurídico de la Presidencia.
La verdadera guerra es contra la narco delincuencia y contra las demás mafias de trata de personas de la minería ilegal , de las "vacunas" y secuestros , contra la corrupción de cierto jueces que dictan medidas sustitutivas a contumaces delincuentes.
El gobierno a través de sus asambleistas deberá proponer reformas al COIP a fin endurecer las penas para los delitos anteriormente mencionados, incluyendo penas para los delitos cibernéticos. También cómo otro tema principal deberá conectar de manera prioritaria con los sectores sociales por mucho tiempo relegados, al igual que con sectores gremiales, mediante un dialogo franco y abierto a fin de viabilizar sus aspiraciones, sobre todo en lo que tiene que ver con la salud , la educación y el empleo.
En el combate a las bandas narco delincuenciales del país, el gobierno ha ganado algunas batallas con la detención de algunos de sus principales cabecillas , y por ende queda demostrado el buen trabajo desempeñado por los actuales ministros del Interior y de Defensa,. pero para combatir frontalmente al crimen organizado transnacional , de igual manera se necesita la ayuda internacional, aunque no sea de bases militares. La cooperación de tecnología avanzada e información mediante convenios de seguridad , no sólo con los Estados Unidos de Norteamérica, sino también con otros países es necesaria para combatir este flagelo mundial.