Ecuador / Miércoles, 08 Octubre 2025

Rescatar el aburrimiento

Cuando éramos niños, allá hace algunas décadas, cuando no existía internet, ni redes sociales, ni por supuesto existían los celulares, la televisión era incipiente, pocos canales en blanco y negro, ni se había inventado el control remoto y las familias hacían mucha más vida en común, sin necesidad de una serie de artilugios intermediarios, era frecuente escuchar a niños y adolescentes, sobre todo en períodos de vacaciones, que se acercaban a los adultos a confesar que estaban aburridos.

Casi siempre la respuesta de los mayores era una carcajada, a veces daban tareas a esos niños para evitar que caigan en el aburrimiento, o los mandaban con cajas destempladas, probablemente a que continuaran aburridos.

Esto, que parece simple, era una práctica común, que lo que hacía era aguzar las iniciativas de los más pequeños para tratar de encontrar lugares y motivos para salir de ese aburrimiento, crear e imaginar, acudir a refugiarse en la lectura, buscar a los hermanos, primos o amigos para conjugar en compañía de los otros esos espacios de tiempo, de los que generalmente salían cosas buenas.

Así, se dice que el aburrimiento fomenta la creatividad, durante esos espacios de tiempo, la mente comienza a divagar a explorar nuevas ideas y pensamientos, pero también es un antídoto contra el estrés, ya que produce la oportunidad de relajarnos, y reducir el estrés, la presión que la vida diaria nos impone.

El aburrimiento puede ayudar a explorar nuevas actividades o también los hobbies que nos gusten, lo que indudablemente le añade condiciones de esparcimiento a nuestras vidas.

Así que, ya lo vemos, el aburrimiento no es tan malo, tal vez debamos rescatarlo y dejar que nuestros chicos se aburran y saquen a relucir nuevas facetas que tal vez abunden en creatividad, relacionamientos y ganas de hacer otras cosas.