Para meter el segundo gol…
Para meter el segundo gol, primero hay que meter el primero, dice la abuela de la casa, recordándonos que estamos a las puertas de la consulta popular y referéndum, espacio de participación ciudadana en donde debemos pronunciarnos si es que los ecuatorianos queremos un nuevo texto constitucional, ergo, el primer gol debe meterlo el presidente el 16 de noviembre.
Y para que pueda seguir jugando el presidente, metafóricamente hablando, los ecuatorianos deberíamos aprobar la nueva Constitución, a la que seguro la llamaran “Constitución Política”, porque el sentido de una nueva carta constitucional es apostarle al proyecto político presidencial resumido en su slogan de campaña un “Nuevo Ecuador”.
Noboa acaba de “hacerse un pase” en la cancha de la democracia, al no dialogar con la CONAIE y llevar al pronunciamiento del 22 de octubre; fecha que se inscribe en la historia del Ecuador y de la protesta social porque es la primera vez que un gobernante no da brazo a torcer frente a un paro nacional como lo hicieron sus antecesores, y es por primera vez así mismo que el movimiento indígena recula, dejando una huella de violencia que nos permitió refrescar la memoria de lo que sucedió en el 2019 y en el 2022, que de alguna manera forma parte del insumo para la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Y es que desde distintos sectores se viene insistiendo que el presidente Noboa debe mostrar el proyecto de Constitución como expresión de transparencia, para que los ecuatorianos podamos decidir si queremos o no una asamblea constituyente y como consecuencia de ello una nueva carta política, lo cual está fuera de tono porque hay que meter el primer gol para meter el segundo, es decir, el pueblo ecuatoriano debe pronunciarse el domingo 16 de noviembre, y de seguido nos darán fecha para elegir asambleístas, y cuando se haya instalado, ahí es que el presidente debe transparentar su propósito político al mostrar a los ecuatorianos el proyecto de Constitución.
Y claro, no nos van a venir con el cuento de que no existe ya un esbozo del texto que se discutirá como lo que sucedió en Montecristi, expresión de neocolonialismo jurídico, con las salvedades que si las hay y que nacieron de un proceso histórico y político como son el reconocimiento de un Estado intercultural y plurinacional, que de pronto estará en la mira del nuevo constituyente. Hay otros aspectos que se trataran como es la modulación de la justicia constitucional y por ende el preámbulo será distinto con el que se abre la primera página de la Constitución nacida en ciudad Alfaro.