Ecuador / Jueves, 27 Noviembre 2025

La gobernabilidad de China, una fortuna para el mundo

Por: Sun Xiangyang, Embajador de China en Ecuador

Recientemente, se concluyó con éxito la IV Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh). En esta importante sesión se revisó y aprobó la “Propuesta del Comité Central del PCCh para la elaboración del XV Plan Quinquenal de desarrollo económico y social”. Desde la puesta en marcha del Primer Plan Quinquenal hasta el Decimocuarto, China ha recorrido en menos de ochenta años un camino histórico que la llevó de ser un país agrícola, empobrecido y débil, a convertirse en la primera potencia manufacturera y la segunda economía más grande del mundo, conquistando dos grandes milagros: un desarrollo económico rápido y una estabilidad social de largo plazo. Con su propia prosperidad, paz y gobernabilidad, China ha podido aportar certidumbre estratégica y estabilidad de desarrollo a un mundo lleno de cambios e incertidumbres.

Durante los últimos cinco años, el proceso de desarrollo de China ha sido verdaderamente extraordinario. En un contexto de desaceleración de la economía global, el crecimiento económico chino ha alcanzado muchos récords: el producto interno bruto (PIB) ha mantenido una tasa promedio de crecimiento del 5,5 % durante cuatro años, y se prevé que alcance los 140 billones de yuanes (unos 19,71 billones de dólares) hacia finales de 2025. La innovación científica y tecnológica avanza con fuerte ímpetu: China ocupa actualmente el décimo lugar en el Índice Global de Innovación y es el primer país del mundo con más de cuatro millones de patentes de invención válidas. En sectores estratégicos como la inteligencia artificial, las comunicaciones 5G y la biomedicina se han logrado avances de carácter histórico. La capacidad instalada de generación de energía renovable ha superado por primera vez a la de carbón, consolidando el mayor sistema de generación de energía limpia del planeta.

La garantía del bienestar del pueblo se mantiene sólida y fuerte. Más de mil cuatrocientos millones de personas han ingresado en una sociedad moderna, en una escala que supera la población total de todos los países desarrollados que ya alcanzaron la modernización. Al mismo tiempo, China ha establecido los sistemas de educación, seguridad social, atención médica y salud de cobertura más amplia del mundo.

Una China en desarrollo representa una oportunidad para el mundo. China es constructora de la paz mundial, manteniendo su gasto militar por debajo del 1,5 % del PIB, un nivel inferior al de las principales potencias del mundo. Es el segundo mayor contribuyente a las cuotas de la ONU para el mantenimiento de la paz y el mayor contribuyente de personal para las misiones entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. China participa de manera constructiva en la resolución de cuestiones internacionales, facilitando de forma histórica la reanudación de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, así como la reconciliación interna palestina.

China es asimismo un importante contribuyente al desarrollo global. Su aporte al crecimiento económico mundial se mantiene en torno al 30 % anual. Durante trece años consecutivos, su flujo de inversión exterior se ha situado entre los tres primeros del mundo. Entre 2012 y 2024, las empresas chinas aportaron 518.500 millones de dólares en impuestos a los países anfitriones, generando en promedio más de dos millones de empleos al año. Del mismo modo, China es un firme defensor del multilateralismo. El país mantiene su compromiso con la preservación del sistema multilateral de comercio centrado en la Organización Mundial del Comercio, y comparte proactivamente la oportunidad de su vasto mercado interno. Ha suscrito 23 tratados de libre comercio con 30 países y regiones, y ha anunciado la eliminación total de aranceles para todos los productos provenientes de los países menos desarrollados con los que mantiene relaciones diplomáticas, así como para los 53 países africanos que han establecido lazos diplomáticos con China.

La razón fundamental por la cual China ha logrado crear un milagro de desarrollo que transforma la historia de la humanidad radica en el Partido Comunista de China. Fiel a su misión de perseguir la felicidad del pueblo chino y conseguir la revitalización de la nación, el PCCh cuenta con el amplio respaldo de las masas populares y despliega un papel como núcleo dirigente para el dominio de la situación general y la coordinación de las diversas partes. El Partido no ha defraudado la confianza del pueblo: diseña e implementa de manera científica y continua, uno tras otro, los planes quinquenales que guían a la sociedad china a avanzar con perseverancia hacia los grandiosos objetivos establecidos, logrando saltos históricos gracias al esfuerzo continuo de generación en generación.

El PCCh no solo persigue el bienestar del pueblo chino, sino también el progreso de toda la humanidad y el desarrollo común del mundo. En un contexto internacional caracterizado por la inestabilidad y la incertidumbre, ¿qué debe hacer la humanidad? El secretario general del PCCh, Xi Jinping, propuso la iniciativa china de construir conjuntamente una Comunidad de Futuro Compartido para la Humanidad, la cual refleja el profundo sentido de responsabilidad global y la visión del PCCh de construir una gran nación comprometida con el bienestar del mundo.

Desde la Iniciativa de la Franja y la Ruta hasta la promoción de una comunidad de futuro compartido en diversos sectores —como una comunidad para la salud común de la humanidad, una en el ciberespacio, una para la seguridad nuclear global, una marítima, una de vida entre los seres humanos y la naturaleza, una de toda la vida en la Tierra, una para el desarrollo global y una de seguridad compartida para la humanidad— el PCCh no hace promesas vacías: no solo lanza iniciativas, sino que también actúa con hechos.

Del desarrollo trascendental alcanzado en el propio país hasta la promoción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad, lo que ha cambiado es el posicionamiento en el curso histórico, pero lo que permanece invariable es el compromiso de China con el bienestar común del mundo. China está dispuesta a trabajar junto con la comunidad internacional, incluyendo Ecuador, para compartir oportunidades, promover la cooperación de beneficio mutuo y construir conjuntamente un futuro mejor para toda la humanidad.