En Quito, los presidentes latinoamericanos, inauguraron la sede de la Secretaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), proyecto de unidad, entre la diversidad latinoamericana, en la que sus naciones siguen distintos caminos bajo la conducción de sus líderes.
Si bien en cuanto a integración económica ha avanzado con limitaciones por los diferentes bloques de comercio, Unasur tiene distintos organismos e instituciones de las cuales destacan el Consejo Infraestructura y Planeamiento, Consejo de Educación Cultura, Ciencia y Tecnología, Consejo de Defensa Suramericano y el Banco y Fondo del Sur. Está en proyecto la creación de una Corte Latinoamericana. No solo se trata de una integración económica sino en varios ámbitos, como los señalados, y también en la parte financiera en la que el Banco y Fondo serían el equivalente a organismos financieros internacionales (FMI, BM, BID) que permitirían canalizar crédito a proyectos y conceder recursos en caso de contingencias y crisis financieras. A eso se suma, el proyecto de la Corte de Justicia Latinoamericana para tratar los diferentes juicios y procesos internacionales que tienen que enfrentar los países integrantes. Está también la propuesta, de un pasaporte único que permitirá a los sudamericanos entrar sin visa a los 12 países de Unasur.
Cada uno de estos sigue su propio rumbo, entre los que destacan por su tamaño Brasil (octava economía mundial), que ahora enfrenta una reducción del crecimiento, desequilibrios económicos, corrupción y protestas de la clase media por ascenso social.
Después de un ciclo de expansión y la aplicación de una amplia política social (programa Bolsa Familia: transferencias monetarias condicionadas), en el período de Lula, Rousseff continuó con la política social pero, dada la caída de la demanda internacional y políticas expansivas, tiene una crisis económica que la ha llevado a nombrar como Ministro de Economía a un ex Chicago boy para enderezar el rumbo económico que llevará a ajustes necesarios para corregir los desequilibrios macroeconómicos.
En el caso de Uruguay, Mujica, un exguerrillero que pasó varios años en la cárcel, en la época de la dictadura, ha sabido conducir a su país por la senda del crecimiento y equidad, favorecido por las condiciones externas, pero convencido, como lo señaló, en su discurso por su condecoración por el Gobierno Nacional, “sí me molesta la injusticia, la desigualdad… La vida no es recibir, es dar, porque en lo jodido que estés siempre hay algo que darle a los demás”, y dejó su mensaje: “Si sos joven tienes que saber esto: la vida se te escapa y se te va minuto a minuto y no puedes ir al supermercado a comprar vida. Entonces lucha por vivirla, por darle contenido a la vida”.
Bachelet, en su segundo período, está cumpliendo con su promesa de la reforma tributaria, educacional y está en camino hacia el cambio de la Constitución autoritaria heredada de Pinochet. Los líderes avanzan y sus pueblos también. Unasur abre el camino para la integración, la solidaridad e identidad latinoamericana.
