Publicidad

Ecuador, 18 de Julio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

Lucrecia Maldonado

Un olmo no produce peras

18 de febrero de 2015

Sería bueno que, por este día, que en el calendario católico comienza un tiempo de reflexión, hiciéramos algo que no es propio del ser humano, pero que si además es un ser humano ecuatoriano parecería que se agrava un poco: dejar de observar qué hace mal el resto y ver en qué podemos mejorar cada uno de nosotros.

Por ejemplo, Bonil puede dejar de sentirse víctima de la supuesta tremenda represión que vivimos en y preguntarse qué responsabilidad tiene él en su propia victimización, sin dejar de ser quien es ni de pensar como piensa. Se recuerda, por ejemplo, la caricatura de disculpa en el caso de Villavicencio, que en realidad era muy superior a la primera (la del relajo) porque usaba ironía, sarcasmo fino y decía lo mismo, pero con un humor muy sutil y bien manejado.

Los funcionarios criticados en uno u otro sentido podrían también reflexionar hasta qué punto sus reacciones son inteligentes, antes que emocionales y viscerales. Comprender que para quienes están en la oposición se trata de eso: de desestabilizar, de provocar reacciones inmediatas y poco pensadas, amargar, en últimas. Más allá de que el humor sea o no un arte y un ejercicio de inteligencia, están haciendo lo que los jóvenes llaman ‘pelar’, acción tan noble que en nuestro idioma no existe un sinónimo para ella que no sea una palabrota.

El resto de críticos de la gestión del actual régimen podría revisar sus actitudes y, sin cambiar de ideología, decidirse a criticar desde argumentos válidos, con posiciones éticas y ponderadas, y no desde el sarcasmo destructivo, la victimización y la persecución obsesiva.

Y nuestro Presidente podría dejar de confrontar con cuanto hijo de vecino hace un chiste maledicente sobre cualquier detalle de su gestión y preguntarse en cuánto esa actitud de victimización y resentimiento alimenta por una parte la bronca pública y por otra en cuánto está alimentando el ego y dando gusto a sus detractores, ávidos de material sensible para su participación en la guerra mediática.

Pero no. Sabemos que un olmo no produce peras. Cada uno conoce de memoria y a la perfección cómo tienen que portarse los demás, qué han hecho mal y qué tienen que hacer. La prensa de oposición -incluidos sus proverbiales humoristas- sabe cómo y cuándo conseguir lo que provocan. Los agredidos caen redondos en cada provocación. Y cada uno se aferra tenazmente a sus métodos, olvidando aquella sabia frase de Albert Einstein: “Hacer lo mismo esperando resultados diferentes es lo más parecido a la locura”.

Publicidad Externa