Publicidad

Ecuador, 27 de Julio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

José Velásquez

Twitter y el respeto

01 de julio de 2019

Donald Trump y Hillary Clinton se vieron las caras tres veces en 2016 para presentar su ideas, discrepar y refutarse en público. Los encuentros de los candidatos presidenciales finalistas fueron organizados por la Comisión de Debates de Estados Unidos que pone las reglas y se encarga de la logística desde 1988. En septiembre de 2016, en ese primer debate visto por casi 90 millones de personas, el postulante Trump se quedó algunas veces sin tiempo para ampliar sus ideas y cuando se excedió recibió llamados al orden. ¿Se quejó de una supuesta agresión a su libertad de expresión? No.

Un debate es un foro. Es decir, un espacio al que uno acude para compartir contenidos y opiniones dentro de un marco de normas de convivencia. Si no fuera por este tipo de semáforos, los foros serían choques múltiples.

Y así desembocamos en la más reciente decisión de la red Twitter, que sigue los pasos de Facebook en su intento por proteger el respeto en un espacio compartido.

A partir de ahora, Twitter pondrá especial atención en las publicaciones de políticos que sean considerados ofensivos.

Durante años, Twitter había visto para el otro costado cada vez que uno de los eternos candidatos de gran influencia violaba normas sobre el acoso o la agresión.

La promesa de la red social es que dichas publicaciones serán puestas en cuarentena o se marcarán con una advertencia por contenido ofensivo.

Las protestas no tardarán en llegar, sobre todo porque los presidentes, expresidentes y demás están acostumbrados a rodar en avenidas comunicacionales de una sola vía. Son monologuistas sin filtros.

Nadie se ha quejado por los 280 caracteres de Twitter, al menos no como un instrumento represivo de las libertades. Es parte de las reglas del juego y así lo deberán entender esos políticos que subsisten en el imaginario público gracias a sus veloces y feroces dedos sobre la pantalla. Lo mismo para los abanderados de causas verdes o azules, para los campeones de la moral o los rebeldes del sistema. Todos estaremos filtrados por el mismo cedazo y eso sí es democracia.

Y lo mismo ocurre en Facebook, donde si no te ajustas a las reglas de la casa te desalojan. No hace falta empujar a nadie en el supermercado para declararse campeón de los derechos. Lo que necesitamos en que todos tengamos el mismo balcón y se acaben los privilegios para los que pisan en las cabezas de otros para lucir más altos.

Te demoraste Twitter pero has llegado por fin. (O)

Publicidad Externa