Es el tipo de subasta usada por el Gobierno ecuatoriano para compras públicas, especialmente de medicinas. Aquí se invierten los papeles del comprador y el vendedor. En una subasta ordinaria los compradores compiten para obtener un bien o servicio, ofreciendo precios cada vez más altos. En una subasta inversa, los vendedores compiten para obtener un negocio del comprador y los precios generalmente disminuirán a medida que los vendedores hagan posturas menores cada vez, compitiendo entre sí.
El Gobierno ya ha usado por muchos años un formato algo similar con las denominadas subastas de sobre cerrado, muy comunes para los varios contratos de adquisiciones estatales. Aquí cada una de las ofertas se recibe en un tiempo límite y se mantienen en forma confidencial hasta que los sobres son abiertos y se conoce la menor oferta.
La forma más común de subasta inversa y aplicada en el país es la del tipo de adquisición electrónica (E-procurement) que es parte de un sistema de abastecimiento estratégico y gestión de suministros. Hace que los proveedores calificados (y aquí está la clave estratégica, pues demanda que existan rígidas especificaciones de calidad y estructura organizacional del proveedor) compitan en línea en tiempo real por el negocio que se disputan. Está cambiando la forma en la que las compañías y sus consorcios seleccionan e interaccionan con sus abastecedores en todo el mundo. Mejora la efectividad del proceso de abastecimiento y facilita el acceso a nuevos proveedores. Esto puede generar en el futuro la estandarización de los procesos de la cadena de valor, reducir su ciclo de órdenes, lo cual permitiría a los negocios reducir sus precios y proveer un más alto nivel de servicio.
Normalmente se abre un proceso de compra, en el cual se ofrece un contrato para licitación, que se realizará usando un software especializado y a través de un portal de internet. Muchos proveedores se califican y al ser seleccionados pueden licitar mediante posturas en tiempo real; el precio baja en este proceso debido a que los proveedores compiten con menores posturas cada vez. Es una forma dinámica y un proceso muy competitivo. Ayuda al comprador a alcanzar una rápida reducción de precios mediante la presión a los proveedores de competir a la baja. Es común que en una primera ronda de subasta inversa se consigan reducciones de precios de más del 20%.
Es un instrumento de compras relativamente nuevo, pues el uso de un software de optimización que ayude a los compradores a determinar cuál proveedor proporcionaría el más alto valor por el precio ofertado en términos de calidad, tiempo de entrega, capacidad, etc. fue en 2002. Y la empresa norteamericana Free Markets, fundada en 1995, fue la pionera en subasta inversa.
Creada por Glen Meaken, ejecutivo de General Electric y antiguo consultor de McKinsey, y su colega Sam Kinney, quienes desarrollaron mucho de las ideas protegidas como propiedad intelectual de su proceso de subasta inversa, que es ahora intensivamente usado en todo el mundo. Es una innovación en la forma de contratar bienes y servicios y costará adaptarse a ella, pero ese es el presente y el futuro. Los proveedores deberán asimilar la competitividad y transparencia necesarias para involucrarse en este proceso. (O)