El pasado domingo, en un programa matutino del canal 7 de la televisión pública, se presentó, de manera inusual, el propio presidente del Consejo Directivo del IESS. Pero no lo hizo en una exposición formal, con terno y corbata, sino actuando de comunicador informal, explicando, de manera dinámica y amigable, los servicios de su institución. Dicho directivo, con esa extraordinaria y novedosa iniciativa, dio a conocer a los televidentes el funcionamiento del Call Center que permite obtener citas para la atención médica, simplemente llamando al número telefónico 140, o a la dirección electrónica www.iess.gob.ec. Esto lleva a corregir lo manifestado en un artículo similar a este, en el cual, ante la pregunta de un distinguido intelectual cuencano jubilado, en su página del Facebook, de “¿Por qué los viejos tenemos que madrugar para recibir la atención en el IESS?”, y, entendiendo que se trataba del antiguo defecto de madrugar para obtener el turno para el servicio, luego de largas colas, se defendió a los mayores pidiendo más respeto para ellos, pero el propio aludido aclaró que ahora el Call Center es eficiente y que el problema era la hora de atención, pues los adultos mayores, igual que los otros, debían madrugar a las 06:30 para la misma.
Pero, además, el presidente del IESS, sin ser médico, explicó sobre la nutrición saludable y la prevención de la osteoporosis con los exámenes de densitometría ósea de cadera o columna, desde luego, valiéndose de la intervención de especialistas, pero él como conductor del programa. Pasó también información histórica sobre la institución y el ejemplo de vida de un valioso profesional cuencano. Explicó -además- las características de los préstamos quirografarios, sus montos y el fácil procedimiento de obtenerlos ingresando a la página web www.biess.fin.ec. El programa se denomina ‘El IESS visita tu hogar’.
Esta iniciativa de información, de apenas 15 minutos de duración, resulta extraordinaria, y es parte de la comunicación gubernamental que antes no existía y que ahora casi no llama la atención. Solo sentimientos y pasiones políticas negativas (de la oposición) pueden desconocer la valía de ellas (como de las sabatinas, otro plausible ejemplo, en las que se advierten solo los insultos -ocasionalmente ciertos- o se dice que los participantes son llevados como ovejas -absolutamente falso-). Desde aquí un modesto reconocimiento, con sentimiento y pasión positivos, a estas iniciativas de información a los mandantes, sobre actividades de servicio.