Publicidad

Ecuador, 29 de Junio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

Sí influye la marca de la raqueta

18 de agosto de 2012

En 1874, el mayor Walter C. Wingfield registró en Londres una patente para lo que se considera oficialmente la primera versión de las raquetas de tenis que usamos el día de hoy. Esa raqueta era elaborada con maderas como caoba, nogal, roble, fresno, cerezo, etc.

Luego se empezó a usar un laminado, con finas capas de madera, resultando en una pesada raqueta de entre 13 y 14 onzas, con 65 pulgadas cuadradas en la cabeza, que en la década de 1940 se comenzó a producir de manera industrial.

La primera raqueta de metal ya existió en 1889, pero no tuvo éxito y desapareció rápidamente; la madera dominó el mercado de manera casi total hasta el año 1967.

Ya a mediados de los 60’, Rene Lacoste uno de los grandes tenistas franceses de las décadas 1920 y 1930, diseñó una raqueta de acero tubular, y posteriormente vendió la patente a la marca Wilson, que la popularizó en los años 70’ gracias a los triunfos de Jimmy Connors, usando el modelo T- 2000, con la que conseguiría la mayor parte de sus 109 títulos ATP y de la cual le costó muchísimo separarse, incluso cuando ya era considerada obsoleta a fines de los 80’.

Tal vez la persona que inició los cambios más radicales en cuanto a medidas y materiales fue Howard Head, quien tras retirarse de su empleo como ingeniero aeronáutico se interesó por el tenis, y empezó a tomar clases, compró una máquina lanza pelotas marca Prince, y al ver que su juego no mejoraba se volvió accionista mayoritario de la empresa y decidió mejorar el diseño de la máquina. Logró una mejor máquina, pero seguía sin progresar en su tenis, entonces llegó a la deducción de que el problema era que el área de golpeo de la raqueta era muy pequeña, y obtuvo una patente que comprendía raquetas desde 95 hasta 135 pulgadas cuadradas.

En 1976, Prince lanza al mercado una raqueta de aluminio, con corazón de plástico verde y de 110 pulgadas cuadradas en la cabeza, que rápidamente se volvió popular entre los jugadores aficionados y principiantes, al facilitarles el aprendizaje y la práctica del deporte blanco.

Actualmente podemos encontrar raquetas con cabezas que miden desde 88 hasta 137 pulgadas cuadradas, aunque la mayoría de tenistas opta por una de entre 95 a 105 pulgadas cuadradas. Head fue pionero en el desarrollo de las primeras raquetas de grafito, material que marcaría definitivamente la desaparición de las raquetas de madera, aluminio y acero.

Actualmente el grafito, que es una mezcla de fibra de carbón y plástico -diferente al grafito de los lápices que usamos para escribir-, combinado con diferentes materiales como la cerámica, fibra de vidrio, kevlar, boron, titanio, twaron, nos da como resultado raquetas más livianas, más resistentes, aerodinámicas, maniobrables, que nos proporcionan más potencia, mayor control y sensibilidad.

Otro cambio importante se dio en 1987 cuando Wilson fabricó las primeras “wide body”, que traducido al español significa “cuerpo ancho”, y como su nombre lo indica, son raquetas con un grosor mucho mayor a los 19 a 20 milímetros que era la norma, llegando en algunos casos hasta los 39 milímetros. Las wide body de grosor extremo han desaparecido casi en su totalidad, aunque el grosor promedio actual es muy superior al de las raquetas de madera y aluminio antiguas.

La marca ‘Dunlop’ materializó la idea de fabricar raquetas más largas. Aunque se siguen fabricando las de largo tradicional, muchos jugadores utilizan raquetas de entre 0,5 hasta 2 centímetros más largas. La Federación Internacional de Tenis prohíbe que las raquetas de los jugadores profesionales excedan las 29 pulgadas (73,7 cms.), y no más de 32 pulgadas (81,28 cms.) para aficionados.

Los materiales de los grips o empuñaduras también mejoran año a año con materiales que absorben  mejor el sudor,  o que se adaptan y se moldean a la forma de la mano o la empuñadura del jugador.

La marca francesa Babolat ya anunció que comercializará en el 2013 una nueva generación de raquetas inteligentes, con la tecnología Play and Connect (Juega y Conecta), equipadas con sensores inteligentes ultralivianos, que recopilarán y proporcionarán información vital a jugadores y entrenadores para análisis de datos importantes como:  fuerza aplicada al golpe, velocidad de la pelota, zona de contacto, aceleración de la cabeza de la raqueta. El primero en probar esta nueva tecnología fue Rafael Nadal, quien se mostró gratamente complacido y sorprendido. Con Nadal promocionándolo, este sistema seguramente se venderá bien.

Personalmente puedo decir que he vivido gran parte de este cambio y mejora continua en los materiales y tecnología de las raquetas de tenis. Aprendí a jugar con una pesada raqueta de madera, a los 12 años, me cambié a una de aluminio, material que usé durante 9 años, después fibra de carbón, posteriormente grafito, luego cambié a midsize (cabeza tamaño medio), boron, wide body, y actualmente uso una raqueta con un sistema denominado kinetic (cinético), con diminutas pelotitas de material sintético dentro de la raqueta para minimizar la vibración.

Con la inmensa variedad de marcas, modelos, materiales y tecnología de la que disponemos hoy, hay que saber escoger bien la raqueta que se adapte a cada estilo de juego. Esta importante decisión puede ser la diferencia entre una victoria y una derrota; antes de hacer un cambio de marca o de modelo, tenemos que asegurarnos de probar bien, con calma, sin apuro, la nueva raqueta durante varios días, experimentar con la tensión y el tipo de cuerda, hasta encontrar la que mejor rinda. Todos estos factores son muy importantes para que tanto raqueta como tenista rindan al máximo de su capacidad.

Publicidad Externa