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El Telégrafo
Fredy Lobato

La sentencia de la Corte Constitucional y el odio

15 de junio de 2019

ay quienes, en su primera reacción al conocer la sentencia de la Corte Constitucional sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, se bloquearon. De hecho, ya estaban bloqueados. Los prejuicios no les permiten ver ni escuchar, entender o informarse. Condenan a los jueces que aprobaron, tachándoles de activistas de la homosexualidad; mientras quien salvó su voto fue juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos e instituyó las opiniones consultivas, pero seguro hoy su fe quiebra su conciencia.

Sensibilizar a ese segmento humano es casi imposible. Y es que rozan con el fanatismo ciego. Lo vemos en la política, cuando los ciervos de una ideología o un político corrupto no asimilan ningún argumento o razonamiento contra su líder. Pasa en el fútbol, cuando el equipo de sus amores pierde recurrentemente; pero no dejan de lucir la camiseta. Y suele pasar con el amor, es ciego; pero al menos solo durante el enamoramiento.

Y la disgregación del amor con el odio marca la diferencia. Este último puede ser más ciego aún y violento. Está pasando con los fanáticos religiosos y literalistas bíblicos. Pasa con quienes fueron educados en su niñez a burlarse, estigmatizar y rechazar lo diferente. No lo suelen superar con los años, salvo sepan tratarlo psicológicamente.

No importa si la Constitución garantiza la no discriminación por orientación sexual; que el Estado interprete la norma en favor de los derechos de los vulnerados; que la Constitución de 1998 era abierta al matrimonio igualitario; que la ciencia eliminó la homosexualidad de las patologías, puesta ahí por los prejuicios, etc., etc.

Citan versículos del Génesis sobre Sodoma y Gomorra, cuando este texto también cuenta que Adán, Eva y sus tres hijos varones poblaron la Tierra. Entonces ¿cómo pudo reproducirse una sola familia con tres hijos varones y poblar el mundo? ¿Eso explicaría que no condenen el incesto o violencia sexual a niñas en sus hogares y las obliguen a parir? Felizmente hay muchos más católicos, cristianos y de otras iglesias que con su empatía suman amor y respeto. La sentencia de la Corte Constitucional es positiva para un Ecuador de derechos y de igualdad de oportunidades. (O)

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