En alguna parte se contó la historia de una mujer que, tal vez por envidia o maldad, llenó una funda con basura y la fue a depositar en el jardín de una de sus vecinas. La vecina se deshizo del ‘regalo’ y luego llenó otra funda con manzanas y la dejó de vuelta en la puerta de la mujer que le había enviado la basura. A la nueva funda añadió un letrerito que rezaba: ‘Cada uno da lo que tiene’.
O lo que puede, diríamos… El caso es que la anécdota calza perfectamente en estos tiempos de precampaña electoral, pues hasta el momento no se ha visto una sola oferta que no sea ‘desmantelar’ (y hay quien lo dice así, con esa palabra, sin ninguna vergüenza) lo actuado en diez años por el actual Gobierno. ¿Será de entender que se pretende desmantelar las mejoras en salud y educación? ¿Desmantelar la enorme obra pública de este Gobierno? ¿Desmantelar lo que ha convertido a Ecuador en un país más organizado que la famosa ‘tierra de nadie’ en donde habitamos durante la mayor parte de nuestra historia republicana? ¿Desmantelar la Secretaría de Riesgos y otros organismos similares?
La otra oferta repetida como un sonsonete es ‘desmontar el correísmo’. ¿Para qué? ¿Para volver a tiempos de Mahuad, de Lucio, de Fabián Alarcón, de Sixto Durán-Ballén, Abdalá Bucaram u Osvaldo Hurtado? ¿A qué? ¿Acaso ya se olvidaron de cómo fueron aquellas épocas que hoy se consideran ‘doradas’?
Y, por supuesto, están los minadores de la honra ajena. Como se ha visto que Lenín Moreno despierta simpatías en la población, en seguida se le cae al sueldo, a que la hija trabaja en no sé qué y gana no sé cuánto. A compararlo con Angelina Jolie, que es Embajadora de Buena Voluntad de la Unicef (o sea, algo bien diferente al trabajo del ex-Vicepresidente, pero sabemos que en este tipo de situaciones todo vale), a escupir lodo y otras cosas peores encima de quien sea con tal de restar y dividir en lugar de sumar y multiplicar.
También aparecen los sembradores de pánico, los del vaticinio tremendista, sea en el campo económico, político y hasta telúrico. Los rumores y los anuncios apocalípticos están a la orden del día: ¿Para qué te vas a comprar una cocina de inducción si, cuando ya no esté Correa, no te va a servir para nada? No quieras ver la crisis que va a tener que enfrentar el próximo que venga, sea quien sea, y peor si es de este Gobierno, porque… Bullen en redes sociales los chistes burdos, los insultos gratuitos, las alusiones homofóbicas, los rumores apocalípticos, las críticas traídas de los pelos y las ruidosas quejas de que no hay libertad de expresión… Las fundas rebosantes de basura de quien no tiene más que ofrecer, ante la evidencia de un régimen que, con todos sus errores y problemas, nos ha dado más manzanas que otra cosa; pero como la gratitud es flor exótica y el juego de las identificaciones no cesa, existen quienes solamente se comen la manzana para dejar un resto que calce en su particular fundita de basura. Esa que, si nos descuidamos diez segundos, tranquilamente puede terminar embarrando irremediablemente nuestra vida como país. (O)