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El 2018 será promisorio. Los problemas están identificados, igual que las estrategias para resolverlos y la agenda para los objetivos de la RC.
Los actores políticos que la respaldan saben de ellas y buscan acuerdos.
La oposición deberá actuar con tino, sabe que no puede imponer su agenda, que la coyuntura exige diálogos y acuerdos en función de los intereses de las mayorías; no de minorías utilitarias extremas.
El pueblo está consciente de que hay que avanzar por la ruta del cambio; con ajustes necesarios. Hay una agenda para reactivar la producción, mejorar la productividad y elevar las condiciones de vida de la población.
Aprovechar la infraestructura construida es prioritario, así como la ejecución de las revoluciones agraria y urbana; la laboral, en beneficio de los trabajadores; y las reformas en los ámbitos de salud, educación y seguridad social deben complementarse.
Avanzar con la revolución del conocimiento, para elevar la capacidad competitiva del país.
Dejar atrás el viejo modelo primario exportador y lograr la nueva estructura productiva, con desarrollo industrial diverso, agroindustria y turismo; con la explotación minera racional, de gran potencialidad.
El Plan Toda Una Vida y el Proyecto Casa para Todos, deben acelerarse, son base de desarrollo social.
Con la Consulta Popular se avanzará en el fortalecimiento de la democracia, vía reestructuración y gestión racional del Consejo de Participación Ciudadana.
Esto debe ir paralelo a la reorganización y democratización de AP y la conformación de un amplio frente democrático de apoyo al gobierno y la RC.
Solo así habrá cohesión para la gestión y nuevos éxitos electorales en el 2019. Manos a la obra, con elevado espíritu democrático. (O)
Feliz año nuevo a los amigos lectores…