Los alineados en la oposición, incluida la prensa comercial, fracasados en sus llamamientos a los fósiles de la partidocracia, desertores, ambiciosos, seudoizquierdistas y traidores para fortalecer la agresión al régimen del Buen Vivir y seleccionar al presidenciable único, ahora, por su cuenta y riesgo, aisladamente, comenzaron a invadir el escenario preelectoral, con aspirantes amorfos, carentes de firmeza ideológica, solvencia académica, sentimiento humanitario y valor para defender los intereses de la mayoría; y lo hacen tan solo para actualizar presencia en el ámbito político y exhibir su enfermiza vanidad. A medida que avanza el proceso y se difunde la agenda electoral, se asoma la proliferación de precandidatos de la oposición y con ello se desvanece el sueño de llegar a Carondelet, como sarcasmo, en opinión de ciertos articulistas ubicados en la derecha partidista. Y están en lo cierto. El aspirante, sin trayectoria, capacidad y calidad de liderazgo; aun con el apoyo de los medios ‘independientes’, solo se limita a desempeñar el papel de estorbo en la lid presidencial de 2017. Se evidencia en el momento histórico, una peligrosa confabulación de todos los grupos de la oposición por interrumpir el proceso democrático de cambio que lidera Rafael Correa, en su condición de garante de la estabilidad política y de la soberanía popular.
A la oposición se le cierra el camino para recuperar posiciones clave y privilegios. Los dueños de la prensa privada siguen regalando espacio a los postulantes, a pesar de su dudosa solvencia académica e irrisoria representación popular, sin opción para competir con el candidato a nominarse en su momento y que está llamado y decidido a continuar con el proyecto político del cambio por una patria nueva, libre de la explotación y miseria.
A los precandidatos, que ya están en el ruedo, se agregarán, muy pronto, otros, audaces o ambiciosos de poder, como es el caso de un exmilitar, que recientemente, en una entrevista, aseveró que Rafael Correa permanece blindado, en el interior y a nivel continental, y hoy aparece convertido en severo crítico de la Revolución Ciudadana, en su oculto afán de ser considerado presidenciable de la Izquierda Democrática. Como siempre, la prensa comercial alienta a los dirigentes de la oposición de cualquier matiz, ávidos de entregarse a las oligarquías criollas, empresarios, terratenientes y a las políticas económicas de entidades internacionales. Se avecina la guerra sin cuartel por el control de la República. No cabe la menor equivocación, que la prensa privada, eje de la oposición, aliada permanente de la derecha y sectores políticos reaccionarios, ampliará coberturas a los contrarios dentro del pacto secreto por el retorno a la era del saqueo y el enriquecimiento ilegal. En tanto, la oposición se moviliza, desorientada, sin unidad y con descarada ambición por llegar a la Asamblea, Alianza PAIS, en su nuevo reto, se propone realizar 2.000 conferencias ideológicas hasta abril de 2016 entre sus bases y la ciudadanía, en parroquias, cantones y provincias con el propósito de aportar al plan de gobierno 2017-2021. Se espera una respuesta categórica del pueblo en apoyo por la continuidad del proceso de cambio y afianzamiento de la revolución en todos sus frentes. Hay que prepararse más para responder a las mentiras, los intentos golpistas y provocaciones, armas que utiliza la oposición para ganar posiciones. El Gobierno admira la oposición vertical y altiva, pero condena el sabotaje, la violencia y la conspiración. En la actualidad, la ley se aplica, sin distingo alguno, en su dimensión, contra los infractores. La competencia fortalece la democracia, pero con candidatos de pasado limpio y listos para servir a los pobres y a la patria. (O)
