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El Telégrafo
Ketty RomoLeroux G.

¡Por fin se valora el trabajo en el hogar!

07 de mayo de 2015

El Gobierno Nacional acaba de afiliar como trabajadoras al Seguro Social a 1’200.000 amas de casa, mediante la Ley Orgánica para la Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo en el Hogar. Con esta hace realidad una vieja reivindicación del Movimiento Nacional de Mujeres, como es la de reconocer el trabajo de la inmensa mayoría de la población femenina, que permanece en la casa, donde, alejada de la producción social, desde la mañana hasta la noche, realiza las tareas más duras, más ingratas, más embrutecedoras. Como son las de cocinar, el cuidado de los hijos y en general todo lo relacionado con la actividad doméstica, familiar e individual. Convertida en sirvienta y administradora a la vez, por su trabajo pesado y agotador,  no recibe ninguna remuneración. Su domesticidad casera es recompensada con lo necesario para su mantención y continuos obsequios de artefactos eléctricos que le permiten ejecutar a perfección sus complejas funciones femeninas, si por supuesto su marido goza de buena posición económica. Si no lo es, su misión es traer hijos al mundo y criarlos con lágrimas y sudor. Al cabo de algún tiempo, cuando ya han crecido y se van o cuando el marido busca en otra sus perdidos atractivos femeninos, extenuada, la madre abnegada y esposa se da cuenta de que ya no es indispensable. Decide conseguirse un empleo y así mismo descubre que su capacidad física y mental no le ayudan. Recurre entonces a un centro médico y luego no le queda más que seguir soportando el encierro en una casa miserable, como las que hemos contemplado en este invierno en los barrios marginales de las principales ciudades. A esto hay que agregar el deterioro moral de muchas familias por la falta de valores humanos, debido fundamentalmente al consumismo. El que afecta principalmente a los hijos.

Es en esas condiciones en las que desarrollan su vida las amas de casa. Muchas, cabezas de familia, durante 16 horas diarias o más. Sin recibir pago alguno, sin ninguna protección. Su trabajo ha sido invisibilizado y no se lo ha considerado como tal. Es una actividad sin relación de dependencia.

El artículo 34 de la Constitución Política establece: “El Derecho a la seguridad social es un derecho irrenunciable de todas las personas, y será deber y responsabilidad primordial del Estado… El Estado garantizará y hará efectivo el ejercicio pleno del derecho a la seguridad social, que incluye a las personas que realizan trabajo no remunerado en los hogares…”.

En aplicación de aquel principio constitucional, la Ley Orgánica para la  Justicia Laboral asegura a las amas de casa, con el fin de que puedan contar con pensiones de jubilación por incapacidad permanente, viudez y muerte. Afiliación que correrá desde la fecha de su solicitud.

De esta manera, el trabajo doméstico que realizan las mujeres se inscribe, como una profesión más, tan digna como cualquier otra. El gobierno de la Revolución Ciudadana ha dado un paso más en la democratización de la seguridad social, mejorando la condición laboral femenina. Y lo hace el 20 de abril, a pocos días de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo. Símbolo de la lucha laboral. (O)

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