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Pensamiento complejo, alternativo y holístico: la crisis del pensamiento crítico, unilateral y único (2)
21 de noviembre de 2015La mayor parte de la historia de la humanidad los seres humanos han vivido convencidos de que su sistema de pensamientos (mágico, mítico, sentido común, práctico, científico-crítico, marxista y positivista) y sus creencias (filosóficas, religiosas, científicas, políticas, económicas, sociales, educativas y afectivas) son verdaderos y que, respetando o no, las otras creencias son equivocadas. Recién hace poco más de un siglo, a partir de 1900 con Max Planck se descubre que existe el mundo cuántico, que es invisible para la percepción directa de nuestros sentidos y representa una explicación más elevada sobre la realidad examinada. Poco tiempo después, en 1905, Albert Einstein demuestra con la teoría de la relatividad que nadie es dueño absoluto de la verdad, que no existe el conocimiento definitivo, absoluto. Igual sucede con el pensamiento sistémico, complejo y holístico. Sin embargo, en el siglo XXI, todavía la mayor parte de la humanidad piensa y actúa convencida como dueña absoluta de la verdad e impone sus creencias a través de la persuasión engañosa, la propaganda masiva manipuladora o la violencia física en sus múltiples formas.
El pensamiento dominante en la cultura occidental es impositivo. En la Grecia clásica se destaca la lógica aristotélica, con el principio del tercero excluido. Entre A y B no existe la posibilidad de una posición intermedia, vence uno de los dos. En otra fuente de nuestra cultura, en Persia, en el siglo tercero después de Cristo se desarrolla el maniqueísmo, con una influencia poderosa actual en la vida social, política y el cine. Se considera que existe una lucha permanente entre el bien y el mal, la luz y las tinieblas, los buenos y los malos, sin que existan posiciones intermedias. El pensamiento crítico “es un proceso cognoscitivo de carácter racional, reflexivo y analítico, orientado al cuestionamiento sistemático de la realidad y el mundo como medio de acceso a la realidad”. Principalmente se dedica a cuestionar lo establecido, “las estructuras inútiles, innecesarias y obsoletas”, tarea válida y necesaria en cualquier sociedad. Hay que cuestionar lo que significan ataduras hacia el atraso. Tanto el pensamiento crítico europeo, norteamericano y latinoamericano -de derecha, centro o izquierda-, desde el punto de vista epistemológico, incurren en el mismo error: son visiones racionalistas, instrumentales, analíticas o prácticas propias de los siglos XVII, XVIII y XIX. No incorporan los procesos inconscientes y los aportes de otros sistemas de pensamientos, saberes y las perspectivas multi y transdisciplinarias del conocimiento. Tienen un sesgo eurocéntrico y unilateral. Cree que porque se sigue un proceso riguroso en el pensar los resultados deben ser verdaderos. Si los otros utilizan el mismo proceso cognoscitivo, se niegan y destruyen mutuamente.
En esta forma de pensar se incluye el pensamiento crítico, el marxismo, el psicoanálisis, las religiones, la medicina alopática, etc. Lo más seguro es que lo que vean sea correcto y la ‘ceguera’ en otras perspectivas, sistemas de pensamientos, conocimientos y saberes ancestrales, que no son incluidos. El pensamiento único es el que tiene el mayor poder político, económico, monopólico y maneja de forma oculta el mercado y los principales medios de comunicación a nivel mundial. Se autoengañan y engañan a los demás, no actúan de forma neutral y libre, sino parcial e interesada, reemplazan a Dios, son su mano invisible en la política y la economía. En la actualidad, los graves problemas a nivel mundial, como la destrucción ambiental, la crisis política y sus repercusiones económicas, el desperdicio de las potencialidades y talentos de las personas y la falta de fraternidad y justicia, demuestran la incapacidad de resolver los problemas ocasionados por las formas de pensar imperantes y sus falsos valores morales y éticos. (O)