Ecuador, 02 de Junio de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Melania Mora Witt

Nancy Bravo: lecciones de vida

28 de noviembre de 2015

Nos conocimos hace muchos años, cuando ambas éramos ‘jóvenes e indocumentadas’. Desde entonces nos unieron lazos de amistad que han durado lo que nuestras vidas. Hemos atravesado matrimonios, hijos, viudez, abrigadas por esa relación fraterna, cuya base eran los valores y proyectos compartidos.

El rasgo que más destaco en Nancy fue su voluntad de lucha. Fue tenaz en la búsqueda de lo que consideraba justo. Así lo hizo también en la más importante batalla librada, por su propia vida. Como la guerrera que siempre fue, se negó a doblegarse ante una enfermedad cruel y continuó, en medio de tratamientos y dolores, con lo que constituyó su razón vital: el periodismo, como noble instrumento de denuncia y también de reconocimiento.

Desde sus días colegiales en su amado Portoviejo, nunca dejó de escribir. Cuando llegó a Guayaquil a continuar sus estudios de Jurisprudencia en la Universidad estatal, pronto logró que su nombre constara en los principales medios de expresión del puerto: Expreso, El Universo, Vistazo, Hogar. Sus ideas innovadoras se manifestaron en la creación de Paratodos, revista dominical de El Universo. Posteriormente codirigió la revista Impacto y finalmente en EL TELÉGRAFO mantuvo, hasta el fin, una columna semanal.

A más de haber ejercido con éxito la Dirección de Cultura del Banco Central, en 1975 lideró el Comité procelebración del Año Internacional de la Mujer. Años más tarde fue designada representante de Ecuador ante la Cedaw (Comité para la Eliminación de Todo Discrimen contra la Mujer), lo que la condujo en repetidas oportunidades a la sede del organismo en la ONU. Participó en congresos de periodistas en el país y el extranjero, habiendo sido designada vicepresidenta de la V Conferencia Latinoamericana de Periodistas en Mar del Plata.

Una página importante de su vida fue la campaña para que se designara al general Eloy Alfaro como el ecuatoriano más importante de todos los tiempos. En su acogedora casa de Vélez y Boyacá reunía con su entusiasmo y generosidad característicos a quienes la acompañaban en este propósito, culminado felizmente en el gobierno del Dr. Alfredo Palacio.

Recibió condecoraciones de la Unión Nacional de Periodistas, el Círculo de Periodistas del Guayas, la Fundación María Guare, entre otras.

Cuando surgió el proyecto de la Revolución Ciudadana estuvo, junto a su inolvidable madre, como una de las primeras adherentes. Al triunfo de Rafael Correa, fue designada Subsecretaria de Trabajo del Litoral. Desde entonces comenzó su lucha contra la enfermedad, a la que su férrea voluntad esperaba vencer. Ingresó al directorio de Editogran y fue columnista de EL TELÉGRAFO hasta su muerte. Una de las grandes alegrías en sus últimos tiempos fue la visita que el Presidente le hizo un sábado, para ella inolvidable.

Durante mucho tiempo, cada 29 de agosto su casa se llenaba de amigos, música y alegría, por la celebración de su cumpleaños. Hoy nos queda la nostalgia de los días compartidos y el agradecimiento a la vida por haber contado con su amistad. (O)

Contenido externo patrocinado