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El Banco Central del Ecuador rinde homenaje a la Revolución Juliana que, una vez derrotada la bancocracia, le dio origen. Inició operaciones en Quito, hace 88 años, el 10 de agosto de 1927, en el edificio de la esquina donde confluyen las calles García Moreno y Sucre, destinado desde 2001 a Museo Numismático, con el objetivo de “ofrecer una oferta cultural que contextualice, difunda y ponga en valor el patrimonio cultural numismático y notafílico ecuatoriano”, según el especialista Carlos Iza.
Allí, en asocio con la Academia Nacional de Historia, el museo inauguró una exposición fotográfica que pone en escena imágenes históricas de la Revolución Juliana, muchas desconocidas hasta hoy, que documentan las causas de la Revolución, y su ignorada primera etapa, cuando un grupo de jóvenes militares, reunidos el 25 de octubre de 1924, en el comedor del Regimiento de Artillería No. 1 “Bolívar”, intercambiaron opiniones sobre la crisis que padecía el país, y con determinación, sin demora, generosa y valientemente resolvieron hacer algo frente a la crisis económica y la corrupción que imperaba en el país.
En la muestra, que permanecerá abierta al público hasta el 6 de diciembre, se puede leer copia del acta original redactada por los jóvenes militares al constituir la Liga Militar y ver la bandera original del Ecuador ante la cual juraron servir a la Patria.
Es una experiencia novedosa y motivadora, especialmente para la juventud.
Se recomienda visitar primero las salas de la exposición permanente que sorprenden. No es solo exhibición de más de 13.000 monedas, billetes, vales, cédulas, papel moneda y estampillas, sino una documentación de la historia del sistema de intercambio monetario en el país, desde la antigüedad. Se exhiben los procesos de trueque con hojas de coca, sal, café, hachas, monedas, concha spondylus, y las rutas de comercio en la América precolombina, así como el proceso de transformación de la moneda durante el reinado español.
En la Sala de la Colonia se observa el desarrollo de la moneda desde la macuquina, acuñada a mano, hasta las columnarias, redondas, con el busto del gobernante de España.
En la Sala de la República se ven las primeras monedas soberanas y la historia de la Casa de Moneda de Quito, creada en 1830. En la sala Banco Central pueden observarse los billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1 000 sucres, e incluso los centavos de sucre.
La exposición tiene guías muy competentes. Y ofrece conferencias. El 17 de septiembre se hará la presentación de la segunda edición del libro ‘La revolución Juliana y sus jóvenes líderes olvidados’, donde se visibiliza a estos héroes, y particularmente a la primera etapa de la revolución Juliana, que fue la más transparente, patriótica, generosa, liderada por un equipo solidario que buscaba el bien común.
La revolución Juliana culminó en el país incruentamente, con el traspaso que hicieron los jóvenes revolucionarios a una Junta militar, a la que entregaron copia de los planes que tenían para la nueva sociedad.
No luchaban por el poder. (O)