En Ecuador se vive ahora una renovación de la calidad universitaria. Hasta hace siete años el Estado no se preocupó por la academia, salvo el establecimiento hace una década y media de la ley neoliberal de educación superior. Hoy se plantea la pertinencia como un criterio de calidad. La misma es la correspondencia entre las necesidades de la sociedad y los perfiles de las carreras académicas, y debe evaluarse de manera cuantitativa y cualitativa.
Los estándares, como medición del cumplimiento de normas, deben referirse también a indicadores cualitativos. Estos últimos aluden, por ejemplo, a componentes interdisciplinarios e interculturales que ameritan un abordaje nuevo y creativo para varios temas y para grupos especiales o prioritarios. Así se superaría la limitación de una evaluación formal cuantitativa de evidencias basadas en procedimientos puramente administrativos.
Es menester una serena reflexión crítica y autocrítica, tanto de las propias universidades sobre su pasado y su presente, como de los organismos a cargo de las mismas. En la última reunión de Portoviejo sobre la Vinculación de la Universidad con la Sociedad, se señaló, por ejemplo, que aún falta unidad de conceptos y criterios entre el CES, el Ceaaces y la Senescyt. Se recomendó que se planifique conjuntamente con la academia proponiendo colectivamente nuevas políticas públicas en este campo. Se dijo que estas instituciones suelen recomendar que las universidades no se enclaustren, pero que ellas mismas suelen estar enclaustradas. Se advirtió que hay expertos que se consideran por encima de los demás y, por lo tanto, se hallan fuera de la realidad. Se consideró que debe corregirse la tendencia centralista de señalar solo el deber ser, para trabajar mancomunadamente con las universidades a partir del ser, que es en donde se estudian y debaten estos temas.
Por el anterior deterioro de lo público y su actual fortalecimiento se puede explicar que los nuevos organismos se hayan tornado centralistas en su normatización y procedimientos, pero ahora es menester propiciar la participación universitaria en estas tareas evaluativas y de mejoramiento de la calidad. Esto precisamente es lo que está sucediendo con el ejemplo de la última Reunión Nacional de Vinculación de la Universidad con la Sociedad realizada en Portoviejo, organizada por el CES, el Ceaaces, la Senescyt y la Reuvic. Se han abierto nuevos esperanzadores caminos que aseguran la participación y, por lo tanto, la calidad. (O)