Ecuador, 17 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Ketty RomoLeroux G.

Más sobre el marxismo

17 de julio de 2014

En un comentario anterior (abril-18-2013) manifestamos que si el proyecto de la Revolución Ciudadana se propone construir el llamado socialismo del siglo XXI, conviene conocer algunos de sus elementos teóricos fundamentales.

El marxismo enseña que tanto el desarrollo de la naturaleza como el de la sociedad humana se producen en virtud de leyes objetivas, esto es, independientes de la voluntad de los seres humanos. En el mundo no existen cosas imposibles de conocer. Con la ayuda de la ciencia y de la técnica, el hombre conoce cada vez más.

La ciencia marxista, al tratar el desarrollo social, estudia las leyes que lo han permitido, para prever qué dirección seguirá el progreso histórico.

Ninguna clase dominante ha pensado que su régimen está condenado a desaparecer. Los esclavistas estaban convencidos de que el suyo era eterno y que había sido establecido por sus dioses. Los feudales que los reemplazaron, también estaban seguros de que su régimen, el feudalismo, había sido establecido para siempre, así mismo por la voluntad divina. Pero debieron ceder su paso a la burguesía, cuyo régimen, el capitalismo en su etapa superior, ha generado la globalización neoliberal o capitalismo salvaje, el que nos ha tocado vivir.

El capitalismo salvaje ha destruido los valores humanos, la libertad del hombre, convirtiéndolo en una simple mercancía.

Mas, las leyes dialécticas universales del desarrollo histórico nos ayudan a comprender con espíritu crítico los procesos que tienen lugar en la sociedad, ver lo que envejece y lo que viene a sucederle. Por cuya razón ponen al descubierto la unidad de la historia y trazan el camino hacia el progreso.

Nuestra época contemporánea, que refleja la profunda crisis del sistema capitalista, constituye al mismo tiempo el tránsito hacia un nuevo sistema que sirva a las mayorías de la humanidad.

El imperio norteamericano creyó que, con la caída de la Unión Soviética, su dominio sería eterno. La realidad ha demostrado que no ha sido así. El hecho de que ya no pudo invadir Siria, como lo hizo con Afganistán, Irak y Libia, masacrando a sus pueblos y asesinando a dos de sus presidentes, no obstante su poderío militar, superior al de los veinte Estados más grandes del mundo, demuestra que la hegemonía yanqui ha comenzado a declinar. Que se gesta un mundo nuevo. Un mundo multipolar.

Un nuevo orden económico, opuesto a tanta irracionalidad del poder financiero, liquidador de la vida, tanto humana como de la naturaleza.

Expresión de ese mundo nuevo es la unidad regional y el pluralismo ideológico de nuestros pueblos de América del Sur, algunos de los cuales están dando inicio a la democracia participativa, a gobiernos progresistas.

El marxismo nos permite comprender el desarrollo de la humanidad hacia formas superiores de la vida social.

Contenido externo patrocinado