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El artículo 14 de la Constitución reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el Buen Vivir.
En función de este mandato, el presidente Rafael Correa, mediante Decreto Ejecutivo número 830, de julio 18 de 2011, creó la Empresa Pública de Parques Naturales y Espacios Públicos. Forma parte de esta empresa el parque Guápulo, situado al nororiente de Quito, con 20 hectáreas de superficie. Las familias pueden acampar al aire libre y disfrutar de la naturaleza; los deportistas cuentan con un sitio ideal para caminatas a través de senderos. Los niños disponen de una gran variedad de juegos para su entretenimiento. Este parque se inscribe también en el cambio de época, puesto que la hacienda Guápulo fue propiedad de la familia Landes, accionista mayoritaria del Banco Popular. Esta institución financiera quebró en 1999 en medio de la más grave crisis económica que soportó nuestro país. Crisis planificada, ejecutada y usufructuada por las élites criollas.
El Parque Histórico Guayaquil cuenta con 8 hectáreas de superficie divididas en tres zonas: tradiciones, vida silvestre y urbano-arquitectónica. Próximamente se construirá un hotel boutique de 24 habitaciones y 2 suites.
El Parque Samanes, situado al norte de Guayaquil, cuenta con una superficie total de 851 hectáreas que incluyen las del Bosque Protector Cerro Colorado. Este parque constituye un referente -dentro del esquema urbano nacional e internacional- de recuperación de espacios verdes.
El cálculo del Índice Verde Urbano, efectuado en 2010 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, establece que la ciudad de Guayaquil apenas tiene 1,12 m²/habitante. Lo recomendado por la OMS es 9 m²/habitante. Una vez que se complete el parque en todas las etapas planificadas, Guayaquil incrementará la media de áreas verdes y recreativas a 5 m²/habitante. No obstante el esfuerzo realizado, todavía existirá un déficit de 4 m²/habitante. Ardua tarea debe cumplir en Guayaquil la Empresa Pública de Parques Urbanos y Espacios Públicos (como actualmente se llama) para transformar el déficit en superávit. Estamos seguros de que logrará revertir estas cifras.
Existen varios proyectos que, en poco tiempo, estarán al servicio de todas las ciudadanas y ciudadanos; uno de ellos es el Malecón de la Ría, que tendrá una longitud de 1,7 kilómetros y busca la recuperación del borde de la ría para uso cultural, recreativo y turístico. Se trata de preservar y potenciar la característica de ciudad-astillero que tiene Guayaquil.
Otro proyecto en marcha es el Parque Turístico Nueva Loja, en la provincia de Sucumbíos, con una extensión de 30 hectáreas. Su arquitectura formará parte de las condiciones del entorno. Permitirá a los visitantes, a través de una serie de pasarelas, interactuar con el ecosistema. Contará -además- con espacios culturales, educativos, de recreación y de fomento del turismo ambiental.
El pueblo tiene derecho a la cultura, al deporte, al descanso, a la contemplación, a la recreación; tiene derecho a disfrutar de aire limpio. Todo ello lo puede encontrar en los parques que la Revolución Ciudadana ha construido y seguirá construyendo en concordancia con las políticas del Plan Nacional del Buen Vivir.